Jornada semanal

Éxito de la jornada laboral de cuatro días con reducción de jornada a 32 horas

07/03/2023
Los resultados de una prueba piloto realizada en 61 empresas de Gran Bretaña y que ha involucrado a alrededor de 2.900 trabajadoras y trabajadores han mostrado que la reducción de la jornada laboral ha tenido un impacto positivo, tanto en el bienestar de los trabajadores y trabajadoras, como en su productividad. El 92% de las empresas pretende continuar con la semana de cuatro días.

Durante 6 meses (entre junio y diciembre de 2022) se desarrolló la prueba piloto más grande realizada hasta el momento en lo que a reducción de jornada laboral se refiere. Han participado empresas de diversos sectores y tamaños y no estaban obligadas a implementar de forma rígida un tipo de reducción del tiempo de trabajo. Las premisas eran que el salario se mantuviera al 100% y que la reducción del tiempo de trabajo fuera significativa.

En cada empresa se acordó el diseño concreto, en función del sector, desafíos organizacionales, estructuras departamentales y cultura laboral. Por lo tanto, se desarrolló una gama diversa de semanas de cuatro días. Por ejemplo, en una empresa de videojuegos era importante que toda la plantilla estuviera de forma presencial en todo momento, por lo que optaron por librar todos el mismo día. En otra empresa se dividieron en dos grupos, librando un grupo el lunes y otro el viernes. En el sector hostelero, donde se trabaja más en verano, se optó por anualizar la jornada semanal de 32 horas y trabajar más horas en verano y menos en invierno.

Los resultados del informe se basan en los datos ofrecidos por las empresas, encuestas realizadas al personal y entrevistas realizadas durante el período piloto, que brindan puntos de medición al principio, a la mitad y al final de la prueba. El resultado, según el informe, ha sido un éxito rotundo. Y buena muestra de ello es que el 92% de las empresas que ha participado pretende continuar con la reducción de jornada y 18 empresas confirman que la política supondrá un cambio permanente.

El principal beneficio de esta iniciativa ha sido la mejora del bienestar de los trabajadores y trabajadoras. El 39% estaba menos estresado y el 71% había reducido sus niveles de agotamiento. Asimismo, los niveles de ansiedad, fatiga y problemas de sueño disminuyeron, mientras que la salud mental y física mejoraron. En comparación interanual, se redujeron en un 65% las bajas por enfermedad. La medida también ayudó a una mejor conciliación de la vida familiar y social, mejorando la capacidad para combinar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado.

En lo que se refiere a las empresas, a pesar de la reducción de jornada, sus ingresos aumentaron un 1,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Es más, comparando los ingresos con los años anteriores, las empresas informaron de aumentos de ingresos del 35%.

Sin duda, los resultados son positivos, pero es necesario contextualizarlos. Este tipo de experiencias piloto se dan normalmente en empresas solventes y en las que los trabajadores y trabajadoras gozan de mejores condiciones laborales. Pero no hay que olvidar que la precariedad laboral está cada vez más extendida y que este colectivo está infrarepresentado en este tipo de estudios. Cuando hablamos de reducción de jornada, se está debatiendo si se debe garantizar el 100% del salario o no, pero hay muchas personas con sueldos bajos y con verdaderos problemas para llegar a final de mes. O personas con jornadas parciales que querrían trabajar más horas. Es evidente que las empresas que precarizan a sus trabajadores y trabajadoras no participan en estas pruebas piloto.

Desde ELA llevamos años reclamando la reducción de la jornada laboral a 35 horas, con el horizonte puesto en las 32. Todo esto garantizando unas condiciones de trabajo y un salario digno, que no se vea minorado por la reducción de jornada. La jornada semanal de 4 días es una alternativa que va en esa dirección, aunque no la única. También hay que tener en cuenta la reducción de la jornada laboral en cada uno de los días. Este tipo de pruebas piloto son, sin duda, un buen punto de partida, pero se debe garantizar que nadie se quede atrás en este proceso.