El Gobierno Vasco vuelve a primar intereses particulares en la gestión energética

10/06/2016
A Repsol ya no le interesa el proyecto “Fulmar” de búsqueda de hidrocarburos en el Cantábrico. Después de 9 años y 3 millones de euros despilfarrados por el Gobierno Vasco en el proyecto sólo han servido para eludir tomar decisiones en materia de política de producción de energía renovable y sustitutiva como alternativa a proyectos depredadores, económicamente ruinosos para la ciudadanía y el medio ambiente de nuestras costas. Estamos ante proyectos como “Fulmar” y “Mesana”, aún vigente a escasos kilómetros de nuestras costas.

En su momento alegaciones a los proyectos que pretendían realizar las prospecciones y señalábamos que nos oponíamos a los mismos porque:

  • La extracción y utilización de hidrocarburos estaban contribuyendo decisivamente al cambio climático y el calentamiento global tal como ha quedado fehacientemente comprobado en la cumbre del clima de París de diciembre de 2015.
  • Esas políticas extractivas sólo respondían al interés de las grandes corporaciones trasnacionales que, una vez más, estaban convirtiendo la producción de energía en un nuevo instrumento para la especulación financiera.
  • Invertir dinero público en estas estrategias impedía dedicar el mismo a la investigación y desarrollo de producción de energía renovable y sustitutiva, tal y como hemos podido comprobar en el tiempo trascurrido.
  • Los proyectos carecen de razón económica sustentable, eficiencia social de la inversión y causarán daños irreparables en el entorno marino y nuestras costas.

Es insensato poner en riesgo el ecosistema de esta extensa zona marítima de la Fosa de Capbreton zona de hábitat de grandes cetáceos y de la mayoría de las especies demersales y pelágicas que son de vital importancia en la gestión del sector pesquero vasco y de especies como la anchoa, verdel, jurel, sardina, cimarrón, bonito del norte, merluza o rape. 

Por estas razones exigíamos: 

  • La retirada inmediata del proyecto
  • La denegación por parte del Gobierno Vasco de los permisos necesarios.
  • La elaboración de un plan alternativo de producción de energía renovable y sustitutiva.
  • La adopción de cuantas medidas políticas e institucionales fueran necesarias para organizar nuestros recursos en función de las necesidades de la ciudadanía vasca.
  • La previa consulta a la ciudadanía ante un tema de tan significada importancia para el futuro de nuestras costas y medio marino.

A ello añadimos, en este momento, la petición de explicaciones de las razones que han llevado al Gobierno vasco a gastarse 3 millones de euros en el proyecto “Fulmar”, siendo conocedor de las consecuencias de semejante política extractiva. Quienes han decido actuar de esa manera deberían resarcir a las arcas públicas de un dinero tirado a la basura. Fondos imprescindibles, por ejemplo, para impulsar por ejemplo el cambio del modelo de producción energética.