ELA denuncia en su último Análisis de Coyuntura que la distribución de la riqueza es cada vez más injusta

21/11/2016
ELA ha reivindicado un reparto más justo de la riqueza para hacer frente "a un empobrecimiento generalizado de nuestra sociedad". Solo en el último quinquenio, el reparto de la riqueza ha desfavorecido aún más a la clase obrera: la parte del PIB (Producto Interior Bruto) destinada a la clase trabajadora ha disminuido considerablemente. En 2010 se le destinó el 49,2% de la riqueza de la CAPV, para descender al 46,2% en 2015; en Navarra se destinó el 50,1% en 2010 y en 2014 el 47,3%.

El secretario general, Adolfo Muñoz "Txiki", el responsable del área social Mikel Noval e Iñaki Salaberri, miembro del gabinete de estudios, han presentado esta mañana en Bilbao el informe sobre la coyuntura social y económica elaborado por el sindicato.

Muñoz ha destacado que “en los últimos años el reparto de la riqueza ha desfavorecido aún más a los trabajadores y trabajadoras y que “el neoliberalismo está muy fuerte y teme poco a la oposición”. “No vemos voluntad, fuerza y proyecto político para hacer oposición al neoliberalismo vasco”.

Por su parte Mikel Noval ha reivindicado un reparto más justo de la riqueza para hacer frente "a un empobrecimiento generalizado de nuestra sociedad".

ELA ha destacado que solo en el último quinquenio, el reparto de la riqueza ha desfavorecido aún más a la clase obrera: la parte del PIB destinada a la clase trabajadora ha disminuido considerablemente. En 2010 se le destinó el 49,2% de la riqueza de la CAPV, para descender al 46,2% en 2015; en Navarra se destinó el 50,1% en 2010 y en 2014 el 47,3%. La pobreza, por contra, no hace más que aumentar.

El número de personas en desempleo es insostenible: hay casi 180.000 personas en paro en Hego Euskal Herria, una tasa de paro del 12,7%. Desde que comenzó la crisis de 2008 se han destruido 142.000 puestos de trabajo en nuestro país, haciendo que 78.000 personas más engrosen las filas del paro. El resto ha emigrado en su mayoría, si bien otra gran parte de las personas que han perdido su empleo han dejado de buscar uno, desesperadas.

Además, el empleo que se crea es totalmente precario: de los contratos que se hacen hoy día, el 93,5% son temporales. Es más, de todos los contratos que se hacen el 39% son a tiempo parcial. Así, no es de extrañar que la cuarta parte de las personas asalariadas tenga ya un contrato temporal, ni tampoco que una de cada seis personas con empleo lo haga a tiempo parcial.

La división de la clase trabajadora se ha utilizado como un arma importante, relacionada con la invención de la clase media. Es por ello que las mujeres siguen sufriendo una fuerte discriminación y no solo porque perciben salarios más bajos: sufren mayores tasas de paro en todos los aspectos, han de trabajar bajo mayores niveles de temporalidad, se ven obligadas a aceptar la mayoría de empleos a tiempo parcial... aún así, su incansable lucha hace que cada vez tengan más empleos remunerados, participando cada vez en mayor medida en el número total de puestos de trabajo.

La juventud y las personas mayores también sufren discriminación, que aumenta si son mujeres. Estos dos colectivos sufren tasas de paro y temporalidad enormes que, además, son crecientes.

Haciendo una comparativa con los 28 estados que conforman la Unión Europea, queda en evidencia que la situación de Hego Euskal Herria es de las peores: tenemos los terceros peores niveles de temporalidad y desempleo juvenil, la tasa de paro es la cuarta más alta, el porcentaje de personas que llevan más de un año en paro es la quinta peor...

Está nefasta tendencia de las últimas décadas es cada vez más insostenible. No pasará mucho tiempo hasta que la situación explote, ya que afecta a la gran mayoría de la sociedad. La movilización de la clase trabajadora, la lucha de clases, una profunda transformación de las políticas es más que nunca imprescindible para lograr una salida a esta situación. ELA no hará más que seguir en este camino de lucha.