Este sábado Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia
El mundo del trabajo no está exento de las consecuencias del apartheid social que padecen las personas migradas, en particular las mujeres, y sobre todo aquellas personas en situación administrativa irregular. En una calle de nuestro entorno cercano una pintada amenaza: “no falta trabajo, sobran inmigrantes”.
Afirmaciones como ésta ahondan en la criminalización de las personas migradas y en las personas y colectivos que las apoyan. No en vano asistimos en la actualidad al cuestionamiento de la universalidad de derechos básicos como el acceso público y universal a la salud o el acceso a las prestaciones sociales como la Renta de Garantía de Ingresos.
Por ello, desde ELA queremos remarcar que el parcelar los derechos, el decidir quién tiene derecho y quién no, solo sirve para levantar muros en la convivencia y en la ciudadanía, atentando además, contra los Derechos Humanos.