Iberdrola precariza sus condiciones laborales mientras encarece brutalmente la luz y se empeña en reabrir Garoña

16/02/2017
Prevé ganar 3.558 millones de euros en 2017 a costa de la factura eléctrica mientras precariza las condiciones laborales de quienes trabajan en Iberdrola. ELA en Iberdrola se suma a la denuncia social en contra de la subida que ha experimentado la factura de la luz y de los argumentos peregrinos que se han utilizado por parte del gobierno para justificarlos.

La sección sindical de ELA constata que, a falta de los resultados definitivos para el 2016, en el 2015 el beneficio neto de Iberdrola fue de 2.422 millones de euros y la previsión del Ebidta España para el 2017 es de 3.588 millones de euros, un 5% superior al del 2016.

A su vez, constata que en virtud del convenio que el resto de la representación sindical en Iberdrola firmó en el 2015, los salarios van a subir este año un máximo de 0,7%, cuando el IPC interanual ha llegado al 3,0%, suponiendo esto un claro retroceso en el poder adquisitivo para la plantilla de Iberdrola.

Somos conscientes de que el objetivo de cualquier gran Empresa del Ibex-35 es aumentar sus beneficios y repartir más dividendos para atraer al mayor número de inversores. Poco o nada les importa que el negocio sea un bien de primera necesidad para la sociedad o clave para la competitividad de la actividad empresarial. Se apuesta por la destrucción de empleo de calidad, la precariedad en la subcontratación y en empeorar las condiciones de la plantilla actual en virtud de ese objetivo.

Consideramos cómplices a los gobiernos ya que deberían legislar para no permitir ningún tipo de abuso. Son estos quienes aprueban leyes perjudiciales para la mayoría de la sociedad (impuesto al sol) que impiden el desarrollo de tecnologías sostenibles (alternativa al oligopolio actual), quienes dictaminan los impuestos asociados a la factura eléctrica, quienes privatizaron parte del sector y quienes no quieren solucionar el problema de manera definitiva.

El último ejemplo más sangrante es el del despropósito en torno a Garoña: los miembros del Consejo de Seguridad Nuclear nombrados por PP y PSOE permiten la continuidad de la explotación si se cumplen ciertas “medidas de seguridad”. Quizás no se reabra dada la baja rentabilidad de la Central, pero abre la puerta a la prolongación de la explotación del resto de centrales nucleares. En lugar de potenciar las energías renovables (investigación, desarrollo, rentabilidad...) se apuesta por perpetuarse en un modelo muy rentable para las Empresas Eléctricas.