OPE Educación: el auténtico lastre es el PAI

10/11/2015
Es enorme el revuelo organizado ante la propuesta de convocatoria de oposiciones presentada por el consejero Mendoza a los sindicatos en la Mesa Sectorial de Educación. Partidos políticos han visto en las mismas un filón al que agarrarse pretendiendo desgastar al Gobierno y obtener réditos electorales.

Hay también sindicatos que están usando esta todavía propuesta para arremeter contra la mayoría sindical, que nada ha tenido que ver con esta oferta de empleo público, que parte exclusivamente del Gobierno.

En concreto, en junio de 2016 parece que habrá concurso-oposición para el ingreso al cuerpo de maestros y maestras: 292 plazas corresponden a puestos para los que será preceptivo el euskara y 92 para puestos de castellano. Hablan de desproporción y de discriminación en negativo para los y las castellanoparlantes. Están en lo cierto. Hoy día para quienes únicamente acreditan conocimientos de castellano las posibilidades de acceder a la función pública docente son escasas. No por culpa de la expansión del modelo D, sino por la imposición del PAI contra las más mínimas bases pedagógicas; contra la opinión de gran parte de los y las docentes; y sobre todo sin ningún tipo de planificación ni previsión en cuanto a los recursos humanos necesarios.

Basta con observar unos datos para darse cuenta del desaguisado en que se han convertido las

plantillas docentes de los centros antes de castellano y ahora de PAI:

  • para este curso 246 plazas a jornada completa se han cubierto en centros PAI de modo provisional; bien por funcionarios/as en régimen de comisión de servicios bien por personal interino

  • simultáneamente 40 funcionarios y funcionarias han sido desplazados de sus puestos por falta de carga lectiva o siguen sin destino definitivo tras aprobar las oposiciones (las últimas datan del año 2011)

  • en el concurso de traslados que surtirá efectos a partir del curso que viene hay 127 puestos de trabajo de castellano excedentarios y la necesidad de 139 puestos de trabajo para los que se exige inglés

Quienes más indignados se muestran con esta propuesta de oposiciones son quienes por acción o por omisión han colaborado a crear este caos. Durante mucho tiempo los hemos echado de menos en la crítica. Sin ir más lejos, no escuchamos ni una sola de estos sindicatos ni de estas fuerzas políticas cuando UPN planteó en la primavera de este mismo año una oferta pública de 134 plazas. De ellas, se preveían 100 para el cuerpo de maestros y maestras, 30 con requisito de euskara y... ¡50 plazas con requisito C1 de inglés! De modo que los castellano-parlantes únicamente podían optar a 20 puestos de trabajo (72 menos que ahora).

ELA denunció inmediatamente el apartheid lingüístico que eso suponía pues este requisito privaba de la opción de presentarse a las oposiciones al 97% del personal interino incluido en listas. Además esa pretensión era contraria a la norma pues el Real Decreto que regula el acceso a la función pública docente no permite exigir más requisitos que los previstos. Entre ellos figura la lengua cooficial pero en ningún caso una lengua extranjera.

ELA advirtió al Gobierno que recurriría la convocatoria si no eliminaba dicho requisito y presentó decenas de quejas al Defensor del Pueblo. Recabamos la adhesión de la Comisión de Personal Docente. Ni AFAPNA ni UGT ni ANPE se sumaron a la iniciativa.