Zerbitzu publikoetako prekarietatea, Iruñetik
La Administración pública es un ejemplo muy claro de la precariedad actual en el trabajo: La interinidad es superior al 40% en Osasunbidea, existe una concatenación de contratos escandalosa en vacantes, que lejos de ser plazas específicas por picos de trabajo extra o sustituciones de vacaciones, son plazas que deberían ser estructurales, puesto que en muchos casos llevan más de 5 años.
En Educación la interinidad supera el 30%. La Administración actúa como una ETT, suscribiendo contratos de sustitución y rescindiendo estos contratos durante el período vacacional, incluso durante algún fin de semana y volviendo a contratar al mismo docente en la misma plaza para el mismo trabajo.
En el Gobierno de Navarra, tenemos detectado un caso, que entedemos habrá más, un trabajador de Servicios Generales que en 22 meses ha tenido 57 contratos, la mayoría de muy pocos días, encadenados y sin apenas libranzas. El cómputo anual en jornada laboral es superior a sus compañeros funcionarios o con vacantes pero en cuanto al salario ha ganado unos 6000 euros menos. La razón es la misma mencionada, la actuación de la Adminsitración como una ETT.
En el caso del sector Sociosanitario, si bien el problema no es la eventualidad, si lo es la aplicación del Convenio Estatal de Residencias. No hay convenio de Navarra y en el caso de los centros de trabajo sin convenio de empresa, las jornadas son de 1792 horas anuales libran 1 fin de semana de cada 6; además ganan 100 euros menos que en aquellos casos que hemos conseguido un convenio de empresa. En el grupo AMMA, donde ELA lleva una lucha constante, se ha conseguido un convenio de empresa; no es todo lo que quisiéramos, pero mejora considerablemente la situación respecto al convenio estatal. Son 1699 horas (casi 100 horas menos), libran 2 fines de semana de 4, y ganan más. En este caso el ser mileurista es un “privilegio”.
Para terminar, en la Escuelas Infantiles de Navarra la mayoría de las cuidadoras tienen contratos parciales, y a algunas de ellas se les hace ir de mañana y de tarde, para trabajar en cada turno menos de 2 horas.
Son casos concretos pero no aislados; la situación de los trabajadores y trabajadoras de la Administración Pública es muy precaria.
