ELA denuncia la escalada represiva en las cárceles

ELA denuncia el traslado de dos presos enfermos (Joseba Sein Narbarte y Koldo Elizetxea Imaz) de la prisión de Martutene a cárceles de fuera de Euskal Herria. Se da la circunstancia de que en ambos casos los servicios médicos de la prisión han desaconsejado formalmente dicho traslado, que puede interferir negativamente en el tratamiento de las personas afectadas.

Estos traslados son una muestra más del régimen instaurado en el ámbito penitenciario, en el que las decisiones políticas se imponen a las valoraciones profesionales y criterios de tratamiento penitenciario, e incluso a la propia legalidad sobre cumplimiento de las penas privativas de libertad.

Otro ejemplo de este estado de cosas lo constituye la consigna de regresión de grado y consiguiente endurecimiento del régimen penitenciario de los presos de Langraitz relacionados con ETA que el pasado viernes, saltándose todos los procedimientos, se impuso a la Junta de Tratamiento del centro, con el argumento de que ETA había sido sin duda la autora de la masacre de Madrid y la amenaza de que, de no acatarse la orden, se actuaría contra los integrantes de la Junta. Actualmente, aunque se haya descartado la autoría de ETA sobre la matanza de Madrid, la Dirección de Instituciones Penitenciarias mantiene la decisión de regresión de grado de los cinco presos afectados.

ELA considera que entre las muchas cosas que el gobierno que se vaya a constituir tras las elecciones españolas debe cambiar radicalmente se encuentra la política penitenciaria, debiendo empezarse como primer paso por detener la actual escalada represiva y reponer en el ámbito penitenciario el principio de respeto de los derechos de las personas presas.