¿Qué hacer para salir de este agujero?

Erreportajea XANTI UGARTE - Plataforma Irauli Zaintza

Otra forma de cuidar a los mayores es posible. Y no merecemos lo que tenemos. Todos queremos llegar a envejecer y tener la seguridad de que nos cuidarán. Cuidados en el mismo domicilio; viviendas adecua- das en pequeñas comunidades compartiendo servicios y ubicadas en el mismo pueblo o barrio; pequeñas y cercanas residencias para “vi- vir”; condiciones laborales dignas... Todo esto ya existe en otros países desde hace varias décadas.

¿Y porqué seguimos en el agujero?

Arrastramos un sistema donde a los mayores les cuidaban (siempre había una hija) o se empleaba a una inmi- grante en condiciones de esclavitud. Los que no, a la Misericordia. Ante el mayor número de personas mayores y el cambio en las familias la oferta y ca- lidad de los servicios es bajísima. Los buitres además han olido el dinero.

En este tema no hay transferencias pendientes ni problemas competenciales. Tenemos las herramientas para crear un sistema de cuidados que satisfaga a los usuarios, a sus familias y las trabajadoras. Pero tenemos unos responsables políticos en cada territorio histórico que van parcheando -sin consenso social sus recetas con arrogancia y propaganda en vez de debate- navegando a la perfección en ese mar de beneficios y redes clientelares. ¿Es posible avanzar así? ¿Qué sería de la Sanidad o la Enseñanza si dependieran de las Diputaciones? ¿Acaso queremos que los Cuidados no tengan el rango de un servicio publico esencial, universal, igual para todos y transparente? Urge un consenso social para salir de donde es- tamos. Darle la vuelta es posible. Las propuestas técnicas ya vendrán. Hay que ponerse en marcha. La plataforma Irauli-Zaintza plantea estos tres pasos:

  • 1. Identificar, reunir y consensuar con todas las organizaciones y colectivos progresistas interesados en iniciar este cambio.
  • 2. Propiciar apoyos para que los cuidados dejen de ser una competencia foral en favor del Gobierno Vasco y los Ayuntamientos.
  • 3. Movilizar a las personas jubiladas y familiares en todos los pueblos y ciudades hasta que se pongan los cimientos del nuevo sistema.