¡A la calle frente al enésimo chantaje en pensiones y reforma laboral!

Erreportajea IVÁN GIMÉNEZ
La movilización es la única vía efectiva para condicionar las reformas que se avecinan, sin descartar la huelga general.

Miles de personas llenaron el pasado 1 de diciembre las calles de Euskal Herria en 41 movilizaciones distintas en las que se implicaron 58 organizaciones sociales, además de los 8 sindicatos convocantes (ELA, LAB, Steilas, ESK, Etxalde, Hiru, CNT y CGT).
Miles, 41, 58, 8… Son cifras muy importantes, pero no bastan por sí solas para reflejar la gravedad de las reformas (laboral y de pensiones) que este mes de diciembre se están dirimiendo en el Congreso de los Diputados. Serán cientos de miles las personas afectadas en Euskal Herria (y varios millones en el resto del Estado) por unos recortes que ya se han producido en cuanto a las pensiones y que todavía se están negociando en lo que concierne a la lesgislación laboral (la enésima reforma del Estatuto de los Trabajadores).
Estas movilizaciones ocuparon las calles de Euskal Herria para condicionar la posición de los partidos políticos vascos que deben votar estas reformas en Madrid, porque los escaños de estas formaciones (PNV, Bildu, Unidas Podemos, Geroa Bai…) son imprescindibles para el Gobierno de Pedro Sánchez. Desgraciadamente, las competencias en pensiones y en legislación laboral continúan lejos de Euskal Herria, pero en el camino hacia el Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social, la posición de los partidos vascos ante estas leyes es un factor clave: si los escaños abertzales en Madrid no son capaces de hacer valer sus votos ahora en unos cuantos aspectos legales… ¿cómo va a iniciarse algún día el proceso real hacia la soberanía social y económica de Euskal Herria?

Pentsioen erreformari bidea ixtea eta azken lan erreformak bertan behera uzteko mezuarekin, Euskal Herriko kaleak berriro bete dira. Azken egunak dira, Europar Batasunak, Espainiako Gobernuak eta patronalaren xantaiari aurre egiteko. Horren aurrean, euskal gehiengo sindikala eta dozenaka eragile sozialen mobilizazioak ikusten ari gara. Nor baino nor.


En definitiva, la situación es urgente y los plazos se van agotando. ELA ya salió a la calle en solitario el pasado 24 de octubre y, junto a otras organizaciones sindicales y sociales, el 13 de noviembre (manifestaciones convocadas por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria).
En el reciente 15º Congreso de ELA, el sindicato aprobó una resolución sobre estas cuestiones, que era lo suficientemente clara en todos los sentidos: “No nos vendáis en Madrid. No vamos a aceptar, de ninguna manera, que se pongan otros intereses por delante de la mejora de las condiciones de vida de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras o pensionistas de Euskal Herria”. Para entonces, ya llovía sobre mojado: el 22 de noviembre, PNV y EH Bildu habían dado la espalda a los intereses de la mayoría, al facilitar la aprobación en la comisión del Congreso de los Diputados de la reforma de pensiones, que días después (2 de diciembre) fue votada en el pleno.


La reforma de las pensiones en detalle
Esa reforma, ya aprobada, no revierte los recortes aprobados en la década anterior, certifica el pacto entre el Gobierno de Pedro Sánchez, CEOE y CCOO y UGT, e incorpora el MEI acordado por esos sindicatos y el ministro Escrivá. En concreto:
*Plantea nuevas medidas regresivas, como el recorte de las jubilaciones anticipadas.
*Sustituye el Factor de Sostenibilidad por el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que recoge una voluntad y compromisos claros para proponer nuevos recortes futuros.
*No garantiza realmente el poder adquisitivo de las pensiones. Prueba de ello es que, de aprobarse el proyecto de presupuestos del Estado para 2022, las pensiones perderán, al menos, 3 puntos de poder adquisitivo. Este punto merece una explicación especial, por la enorme propaganda a cargo del Gobierno español: Sánchez ha querido vender que se iba a recuperar la revalorización automática de las pensiones en función del IPC, pero eso no es cierto. En el acuerdo con CCOO, UGT y CEOE, en lugar de utilizar el IPC interanual de noviembre a noviembre, han acordado una fórmula distinta. Según esa fórmula, utilizada ya en el proyecto de presupuestos generales del Estado, aunque el IPC interanual se sitúe en el 5,6%, la subida de las pensiones en 2022 va a ser de tan solo el 2,5%, lo que supone una pérdida de 3 puntos de poder adquisitivo.
*No mejora las pensiones mínimas, obviando la reivindicación de una pensión mínima de 1.080 euros.
*Se trata de la primera parte de una reforma de pensiones cuya segunda fase tiene fecha (junio de 2022) y también presenta medidas de recorte, como el aumento del número de años cotizados que se tienen en cuenta para calcular la pensión. Tanto la fecha como las medidas están ya acordadas con Bruselas, como moneda de cambio para percibir los siguientes tramos de los Fondos Europeos.


La reforma laboral, ¿con las campanadas?
Por su parte, la reforma laboral está secuestrada en la Mesa de Diálogo Social. El Gobierno insiste en que para antes de final de año se va a aprobar dicha reforma, a través de un Real Decreto Ley, y los plazos son tan ajustados que incluso se baraja la opción de que dicho texto se apruebe el 31 de diciembre, para su posterior convalidación parlamentaria a lo largo del mes de enero.
Ya ha quedado claro que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha renunciado a derogar las reformas laborales de 2010, 2011 y 2012, y no plantea cambio alguno en cuestiones tan importantes como haber facilitado y abaratado el despido. Son muchos los casos, como EITB (Euskadi Irratia) Gamesa-Agotiz, ITP, Tubacex, Arcelor-Zumarraga, Aernnova, H&M, Zara, Banco Sabadell, Kelvion, M. Torres o Cirmauto, entre otros, donde se han comprobado las graves consecuencias de las reformas laborales. Solo mediante la movilización se han logrado revertir los ataques empresariales, en muchos casos frente a compañías que han acumulado beneficios millonarios previamente.

Mobilizazioa da erreforma horiek baldintzatzeko bide eraginkor bakarra, greba orokorra baztertu gabe, hala badagokio. Abendua funtsezkoa da. Etorkizuna hemen dago. Gaur jokatuko da.


Merece una mención especial el derecho a negociar los convenios colectivos en Euskal Herria, derecho vulnerado actualmente por una reforma, avalada por el PNV en 2011, que permite que a nivel estatal se niegue el derecho a negociar convenios en nuestro ámbito territorial.
Por ello, sería inaceptable que una reforma laboral mantuviese ese orden de prioridad de los convenios. Si finalmente hay reforma laboral con los votos de PNV, Bildu y Unidas Podemos, se debe garantizar el derecho a negociar y mejorar las condiciones de trabajo en el ámbito territorial respecto al estatal. Se trata de una cuestión democrática, y un elemento nuclear de la soberanía y el autogobierno.
En resumen, las reivindicaciones concretas de las miles de personas que el pasado 1 de diciembre salieron a la calle coinciden en gran medida con la resolución aprobada en el reciente Congreso de ELA:
*Rechazo al proyecto de Ley de pensiones.
*Derogación de las reformas de pensiones de 2011 y 2013.
*Garantía para que las pensiones suban en 2022 el IPC interanual de noviembre de 2021.
*Establecimiento de una pensión mínima de 1.080 euros.
*Derogación las reformas laborales de 2010, 2011 y 2012.
*Y que los partidos vascos voten en contra de la convalidación del futuro Decreto-Ley en materia laboral si no se garantiza el derecho a decidir en Euskal Herria las condiciones de trabajo y si no se da marcha atrás en las medidas para facilitar y abaratar el despido.
En cualquier caso, la movilización es la única vía efectiva para condicionar esas reformas, sin descartar, llegado el caso, la huelga general. El mes de diciembre es clave. El futuro está aquí. Se juega hoy.

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