Que la realidad no estorbe
La mayoría de la sociedad vasca no sabrá nunca que las personas que viven en la pobreza han aumentado un 46% en los últimos diez años, según datos oficiales del Gobierno Vasco, y ya son 130.965, todas con sus nombres, sus apellidos y sus rostros. Y más de la mitad (el 55%), con rostro de mujer. Y hay otras 270.000 personas en riesgo de caer en esa pobreza, un 41% más que en 2016.
Por otro lado, las Haciendas de Navarra, Bizkaia y Araba no publican los datos oficiales de la evolución de los salarios, algo que solo hace Gipuzkoa (y porque ELA presionó durante años para ello). Pues bien, con los datos en la mano, comprobamos que los salarios han perdido 10 puntos de poder adquisitivo en una década. Y los peores sueldos son los que más han bajado.
Pero si vemos el Teleberri o leemos los principales periódicos, el Gobierno Vasco nos puede convencer de que vivimos en el mejor de los lugares posibles, en el oasis vasco, a salvo de las miserias del mundo exterior. Por lo visto, la realidad no debe estorbar ni afear una propaganda que nos vende grandes infraestructuras donde muchas personas se ven obligadas a trabajar 16 horas diarias (metro de Donostia), donde se defraudan cotizaciones y salarios por 4,5 millones de euros (estadio de Anoeta) o donde mueren 9 trabajadores (obras del TAV).
Quizá, quienes idean esa propaganda y quienes gobiernan no tengan una hija o un sobrino sufriendo la explotación de trabajar en el BBK Live o en los servicios privatizados del aeropuerto de Loiu. Pero ya es más difícil de creer que no conozcan a nadie que trabaje para la Administración, ya sea en Navarra o en la CAPV, donde la temporalidad es de las más altas en comparación con las comunidades autónomas del resto del Estado. En definitiva, quienes idean esa propaganda y quienes gobiernan saben perfectamente cuál es la Euskal Herria real, la que vuela bajo el radar de sus Teleberris, aquélla que nunca pisa moqueta.
La propia plantilla de EiTB ha certificado en una encuesta lo que cualquiera, desde fuera, puede ver: tres de cada cuatro personas empleadas en el ente consideran que sus informativos tienen como objetivo defender y vender las políticas del Gobierno Vasco. La lista de ejemplos es interminable, pero sólo el declive industrial, acentuado en comarcas como Ezkerraldea o Sakana sería suficiente para concluir que el oasis vasco que nos venden se trata más bien de un espejismo.
Y, al parecer, eso no es noticia. Desde luego, que la realidad sea tan cruda no es ninguna buena noticia, pero para cambiar la realidad, primero hay que conocerla. Por ello, la primera tarea es romper el silencio, sacar a la luz pública la injusticia social en la que miles de personas viven día a día. Aquí, en Euskal Herria.
Tenemos que conseguir voz para ver el país tal y como es. Y no como nos lo pintan.