Boomer, rockero y periodista

Roberto Moso (Santurtzi, 1960) se define a sí mismo como un puto boomer, y por eso es el título que ha elegido para el libro que ha publicado coincidiendo con su jubilación de EITB, donde ha trabajado como periodista durante décadas, en la radio y en la televisión. Sin embargo, Roberto Moso no es conocido por ser boomer evidentemente, ni tampoco por ser periodista (por esto quizá un poco más), sino por haber sido cantante de Zarama, el grupo de rock de la Margen Izquierda que grabó ocho discos y llenó pabellones, frontones y campas junto a otros grupos de la época del Rock Radical Vasco. Registraron su primera canción en 1982 (Nahiko), y ya no pararon hasta mediados los 90.
Sin embargo, Roberto Moso no dedica este libro a Zarama (para eso ya publicó hace unos años Flores en la basura), sino a su vida en todos los órdenes: infancia, estudios, rock (por supuesto), amistades, trabajo, hijas, madurez… Y todas las reflexiones que pueden surgir en torno a estas relaciones, también las familiares. Dice que no da consejos, y no es verdad, pero quizá sea la única mentira del libro. Tiene pendiente la traducción al euskera de Flores en la basura (Loreak Zaraman), y reconoce que ha escrito en castellano porque es el idioma en el que le sale su voz, su estilo, el tono de lo que quiere contar. Y sin embargo, cuando a principios de los 80 puso voz a las primeras canciones de Zarama, no sabía euskera y lo fue aprendiendo como pudo, en una apuesta personal y política que cobra todo su sentido en el Santurtzi de la época. Como en todas las autobiografías, el autor es indulgente consigo mismo, pero se dedica a sí mismo ciertas puyas que hacen sonreír, y humanizan una trayectoria honesta, como periodista, rockero y sindicalista. “Algunos siguen pensando que nuestra juventud fue la más importante de la historia; un poco de autocrítica ya nos hace falta”, reconoce.
Un puto boomer, al fin y al cabo.