Una plaza joven, luminosa y en euskera

Erreportajea Testua: Iván Giménez Argazkiak: Foku

No sabían que era imposible, y por eso lo hicieron. Así pueden empezar muchas historias, y quizá así puede definirse la apuesta de Laba, un grupo de jóvenes de Iruñerria que viven en euskera y que no se resignan a estar en un margen de la ciudad, ‘a sus cosas’… Por eso, en cuanto tuvieron la opción de disponer de un local en la plaza del Castillo (muy cerca del rincón del hotel La Perla, nada menos) se reunieron para contrastar ideas con un objetivo central e irrenunciable: llevar el euskera al corazón de la ciudad, uno de los espacios donde menos se escuchaba la lengua de Etxepare pese a que la última encuesta sociolingüística cifraba en 42.000 las personas que en Iruña hablan, o al menos entienden, euskera.

Tras dos años de andadura, ya han organizado más de 200 eventos de todo tipo, desde poteos filosóficos a conciertos, pasando por charlas de prevención social o talleres de literatura infantil. Pero, sobre todo, Laba es un lugar de encuentro para las personas euskaldunes, con forma de cafetería pero con un objetivo mucho más ambicioso: que vivir en euskera sea visto con envidia (de la sana, si es que hay de eso) por quienes no pueden o hasta ahora no han querido hacerlo. La pregunta clave, explican Iñaki Sagardoi y Yasmine Khris (dos de las 150 personas socias de Laba) es: “¿Qué puede ofrecer el euskera que no da el castellano?; en otras palabras, debemos conseguir que Iruña sea más divertida que Pamplona, por decirlo de alguna manera”. Y a ello se dedican con ahínco, con una cristalera bien grande y un local abierto, luminoso y joven. “Es nuestra ciudad, y la plaza del Castillo también es nuestra sala de estar”. Egongela, euskaraz.