“El sindicalismo tiene que ser más político que nunca”

15/06/2017
El actual secretario general y candidato a la reelección Adolfo Muñoz, Txiki, ha sido la persona encargada de defender en nombre del Comité Ejecutivo el informe de gestión ante los 736 congresistas. En el informe Muñoz ha hecho un pormenorizado balance de lo que ha supuesto el periodo intercongresual.

ADOLFO MUÑOZ TXIKI -- INTERVENCIÓN

Muñoz ha comenzado su intervención haciendo una lectura de cómo ve el sindicato la actual coyuntura económica y social. El secretario general ha criticado muy duramente al capitalismo, al que no ha dudado en tildar de “máquina de destruir derechos”. “El sistema expulsa a las personas, y luego se les hace echa en cara su responsabilidad y su desgracia, cuando han debilitado todas las herramientas de solidaridad que tenían. El capital, los empresarios, no quieren coger responsabilidades sociales. No hay más que ver lo que pasa con la fiscalidad. El beneficio es privado; el fracaso, individual, y la responsabilidad de lo que le pasa a cada uno y una, también. Carta blanca al individualismo salvaje. La ley de la selva”.

En opinión de Adolfo Muñoz, hoy en día la “democracia” es un concepto vacío. “En todos los ámbitos políticos las decisiones las toma un pequeño grupo, y ese grupo tiene una estrecha relación con la élite económica. Están destruyendo la democracia, por grados pero continuamente. Los gobiernos limitan la participación ciudadana, para que seamos meros espectadores y votantes pasivos. Como si fuera una sociedad feudal. ELA dice que el aumento de las desigualdades sociales está contrapuesta con la existencia de la democracia”.

Muñoz considera que la socialdemocracia tiene gran responsabilidad en la actual coyuntura, porque ha renunciado a ser un contrapeso al neoliberalismo. “Está claro que la socialdemocracia no es nuestro referente. Necesitamos otra izquierda política. Una izquierda que se fortalezca haciendo en favor de políticas alternativas, que rechace el consenso neoliberal, una crea en las alternativas, que haga frente al neoliberalismo. En Euskal Herria también. Esto lo decimos porque queremos una izquierda política fuerte, porque la necesitamos. Es imprescindible recuperar esa izquierda para hacer frente a la hegemonía de la derecha política y económica”.

En este contexto, ha querido dejar claro que el mayor obstáculo que tiene la patronal para conseguir sus objetivos somos los sindicatos. “Los partidos sistémicos están en lucha para ver quién es el que mejor sacia a los patrones. Les dicen una y otra vez que están de su lado. Cada vez es más difícil distinguir quién es el responsable del gobierno y quién el empresario. Hay una falta de equilibrio tremenda. La patronal no necesita tanta ayuda. No hay opciones de ser Diputado de Hacienda, Diputado General o Lehendakari si el candidato/a no está de acuerdo con el punto de vista patronal”.

EL MÉRITO DE LA MILITANCIA

El secretario general de ELA ha destacado que estos últimos años el trabajo sindical se ha complicado mucho, por lo que cree que lo que está haciendo ELA tiene un gran mérito colectivo. “ELA -así lo creemos- es un referente influyente en la sociedad vasca, que basa su trabajo en el análisis riguroso, aportando datos a las propuestas que traslada. El enemigo planifica para que el sindicalismo sea irrelevante. Quien no quiera ser irrelevante en este mundo maldito debe reaccionar. Por eso hemos dado centralidad a la mejora organizativa, sabiendo que cualquier revisión en las formas de trabajo supone remover inercias y que eso no siempre es fácil”.

Muñoz ha acusado al Gobierno Vasco de prácticas thatcherianas. “No es una exageración”, ha destacado. “El Gobierno Vasco desarrolla un plan contra el movimiento sindical de contrapoder. Son intolerantes con todo aquello que construye y articula la sociedad. Les estorba todo lo organizado que no controlan que no acepta relaciones clientelares. El sindicalismo es un obstáculo para los neoliberales, también para los vascos. Y nosotros y nosotras estamos haciendo nuestro trabajo”.

Por todo esto ha defendido la independencia económica y política de nuestro sindicato. “ELA no acepta que el poder político otorgue credenciales al movimiento sindical sobre lo que debe y no debe hacer. ELA ha defendido su autonomía política con orgullo. La militancia de ELA está satisfecha de formar parte de un sindicato que se ha ganado a pulso esa autonomía; una militancia que sabe que esa autonomía tiene una razón: que dependemos de las cuotas de los y las afiliadas”.

FISCALIDAD AL SERVICIO DE LA PATRONAL

Durante su intervención Muñoz ha denunciado que las decisiones sobre fiscalidad se toman en un club privado. “El sistema de decisión es opaco, no hay ninguna transparencia, ni participación. No hay ningún país moderno y democrático donde los ingresos, la fiscalidad, no se decida por quien asume la mayor responsabilidad en el gasto. Las Diputaciones son Reinos de Taifas que defienden los intereses de los empresarios. Cebek y Adegi dicen ‘las Diputaciones están con nosotros’. Las Diputaciones, por su parte, explican que ‘no se debe haber ruido’ sobre este tema”.

CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL

La lucha contra la precariedad laboral, uno de los ejes de ELA, ha sido un punto central de su discurso. “Si el objetivo estructural es la precariedad, que lo es, el sindicalismo debe contar con medios para hacerle frente. Hay que sindicalizar empresas y sectores y contar con medios para luchar. Las huelgas son largas por las resistencia patronales a negociar. La Caja de Resistencia es estratégica para aguantar y ganar la batalla a la precariedad. En una sociedad donde se imponen condiciones de trabajo miserables las huelgas son un síntoma de funcionamiento democrático de la sociedad. Una sociedad con injusticias, explotación y sin huelgas es lo más parecido a una dictadura”.

“No podemos olvidar el conflicto de las residencias de Bizkaia. Refleja la hipocresía de quienes gobiernan. Es difícil encontrar más desprecio al trabajo de las mujeres. Solo les ha preocupado que los servicios mínimos anulen el efecto de la huelga”.

AUTOGOBIERNO Y PROCESO SOBERANISTA

En opinión de Muñoz, hoy en día lo único bilateral entre Madrid y Gasteiz es la aplicación de las políticas de ajuste estructural. “ELA concluye que no hay ninguna voluntad por parte del Gobierno Vasco para desarrollar el Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Protección Social. Las alianzas reales las hacen con las fuerzas políticas contrarias a ese objetivo y con la patronal, a la que el marco legislativo español le resulta muy rentable. No existe, hoy por hoy, voluntad de confrontar democráticamente con el Estado. La políticas neoliberales compartidas explican el fondo y la forma de los acuerdos. Neoliberalismo y neoestatutismo caminan juntos. El neoliberalismo, más en la fase actual, y la soberanía social y política son incompatibles; en Grecia y en Euskal Herria”.

También ha destacado que en Navarra el cambio solo se consolidará si es social. “Sin cambios sociales un Gobierno progresista se desgasta. El cambio político en Nafarroa no se debe resumir solo a avances en materia de euskera y la reivindicación de la memoria histórica”.

ALIANZAS SOCIALES Y SINDICALES FUERTES

El último punto de su intervención ha sido el tema de las alianzas sociales y sindicales. “ELA estima que para que la izquierda no relativice el modelo de sociedad -ni la relación capital-trabajo- el sindicalismo debe desplegar todo su potencial en lo laboral, social y político. Buscando una nueva dialéctica. La potencialidad de la alianza ELA-LAB, con otras organizaciones sindicales y sociales, es indiscutible. Nunca la hemos desplegado en toda su intensidad. ELA desea hacerlo, pero hay que resolver aquellos elementos que obstaculizan desplegar ese potencial en toda su integridad. Necesitamos una cultura política que supere inercias del pasado. Debemos priorizar en la interpelación por los contenidos de la política, con independencia de quién esté en las instituciones. Y la precariedad debe ser nuestra estrategia principal como sindicatos”.