Ante el espejo (Astekaria 155, opinión)
LAB se enfadó mucho porque hace algunos meses sugerimos que por la vía emprendida tras la ruptura del acuerdo de negociación colectiva, este sindicato iba a coincidir cada vez más con CCOO y UGT.
LAB se enfadó, en efecto, pero, desde entonces, ha firmado con CCOO y UGT el convenio del metal de Gipuzkoa, los de artes gráficas de Gipuzkoa y Bizkaia, el de ambulancias de Gipuzkoa, y -lo que constituye un paso cualitativo en la consolidación del nuevo tripartito- ha empezado a presentar plataformas conjuntas para 2005 en diversos sectores. El acuerdo de Osakidetza no sería, por tanto, sino un episodio más de este proceso de creciente coincidencia, si no fuera porque ha hecho añicos las reglas de juego más elementales.
Las explicaciones que da LAB sobre esta última jugada indican lo difícil que es explicar lo inexplicable. Es evidente que LAB se encuentra incómoda ante la poco grata imagen que le devuelve el espejo: firmando en minoría, aceptando ser ariete anti-huelga, dando un respiro al tripartito de Ibarretxe de la mano de CCOO y UGT... Es de entender que el sindicato que todavía hace poco calificaba de "parodia" la firma en minoría de CCOO y UGT en la Mesa general de la Administración vasca, no se encuentre especialmente feliz de ser ahora él mismo protagonista de la "parodia".
Seguramente la imagen acomodaticia que a LAB y su gente les devuelve el espejo dista mucho de la idea que tienen de sí mismos: dura, reivindicativa, radical, tributaria de una tradición de lucha.
Ahora bien, la imagen de marca no es indeleble, ni un modelo reivindicativo puede vivir de las rentas. El sindicalismo reivindicativo requiere tensión ideológica y política, organización, trabajo sistemático, pelea, entrega... Como nos enseñan nuestras propias dificultades y contradicciones, es un modelo duro, que cuesta mucho, en el que el fracaso siempre acecha y los éxitos, siquiera parciales, hay que sudarlos... Un modelo en el que hay que remar continuamente contra corriente.
Hay otro modelo, de bogadores duchos en seguir el curso, aprovechar la corriente y sortear obstáculos y remolinos; es, desde luego, mucho menos cansado y hasta más lucido, pero tiene el inconveniente de que te deja río abajo, no vale para remontar posiciones frente a la corriente patronal.
Este es el modelo al que, según indican sus últimas actuaciones, ha decidido apuntarse LAB. Y las alianzas con quienes comparten modelo no son sino la consecuencia natural de tal opción.