El chocolate del loro (Astekaria 139, opinion)
La vicelehendakari del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabeitia, ha argumentado la imposibilidad de arreglo para imponer un laudo de obligado cumplimiento en el conflicto de las contratas del Consorcio de Aguas. Zenarruzabeitia ha cargado las culpas del no arreglo sobre las espaldas de los huelguistas, por no aceptar la mediación.
La vicelehendakari no dice la verdad, lo que no es nuevo en ella. Miente en el detalle, porque la propuesta de mediación que se dio en el conflicto no fue aceptada, por diferentes motivos, por ninguna de las partes, no sólo por una de ellas. Además, el Consorcio ha seguido vetando ulteriores líneas de arreglo. Y miente en la explicación global del bloqueo del conflicto, que no se entiende sin la decisión política del partido de la vicelehendakari, avalada por EA, PP y PSOE, de cortar por lo sano cualquier intento sindical de acercar las condiciones del personal de las contratas al de las entidades públicas para las que efectivamente trabaja. Decisión política en la que la propia vicelehendakari ha tenido, sin duda, mucho que ver. Lo que ha impedido que la negociación avanzara ha sido el veto político. Lo ponían de manifiesto responsables del consorcio cuando reconocían que las reivindicaciones de los trabajadores eran el "chocolate del loro", pero tenían absolutamente prohibido entrar a negociarlas. Es lo mismo que está ocurriendo en otros conflictos, en los que los responsables políticos reconocen en privado que Eudel les prohibe negociar.
En este contexto, la imposición de la finalización de la huelga mediante un laudo de obligado cumplimiento es un nuevo acto de fuerza, y la mejor muestra del respaldo del Gobierno Vasco a quienes se atrincheraron en la no negociación porque sabían que el gobierno les terminaría resolviendo la papeleta. Lo dijo Ibon Areso, presidente del Consorcio, el 28 de enero (¡a los dos días de iniciarse la huelga!): "la solución llegará con un laudo". Sabía de lo que hablaba.
No quiero terminar sin resaltar la ejemplar lucha que en todo este tiempo han llevado los trabajadores y trabajadoras de las contratas. Una lucha que no acaba aquí. Sois un motivo de orgullo y esperanza entre tanto cínico y cínica.
G.K.