“El balance de Louhossoa es eminentemente positivo”

Los próximos días 2 y 3 de abril se celebrará en el tribunal de París el proceso contra Béatrice Molle Haran y Txetx Etcheverry, dos de los Artesanos de la Paz detenidos en Louhossoa el 16 de diciembre de 2016 durante la primera operación de desmantelamiento del arsenal de ETA. Txetx Etcheverry, que durante muchos años ha sido miembro del Comité Nacional de ELA, explica a ALDA los retos que encierra este proceso.

¿Con qué ánimo abordáis el proceso del 2 y 3 de abril?

Con serenidad, porque asumimos plenamente lo que hicimos en Louhossoa y nos ha llevado ante los jueces. Les diremos claramente que si hubiera que hacerlo de nuevo lo haríamos, sin ninguna duda. Porque era necesario y fue útil para todo el mundo. Este proceso será especial, incluso paradójico: ¡Los inculpados reconocen, hasta reivindican, lo que se les reprocha, y reclaman sin embargo su absolución!

¿Cuál es la acusación exacta y qué condena os puede caer?

Comparecemos por haber “llevado, transportado y retenido armas, municiones o explosivos en relación con la organización terrorista ETA”, lo que teóricamente puede acarrear 10 años de cárcel y 175.000 euros de multa. Sin embargo, es evidente que la decisión real del tribunal deberá tener en cuenta el contexto político y las intenciones que condicionaron la acción de Louhossoa.

Dices que la acción de Louhossoa era necesaria. ¿Nos lo puedes explicar con más detalle?

Hicimos sencillamente lo que ambos estados, el francés y el español, tenían que haber hecho ya desde hacía cinco años. A partir del momento en que ETA anunció el fin definitivo de su lucha armada, había que discutir con la organización y ver cómo se acompañaría o ayudaría de la mejor manera esta decisión que todo el mundo decía desear. El inmovilismo de los dos estados, o más bien su irresponsable actitud al entorpecer el inventario y sellado del arsenal de ETA con la detención de los militantes que lo tenían a su cargo y la llamada ante los jueces de los miembros de la Comisión Internacional de Verificación, ponía en grave riesgo la paz.

Junto con Mixel Bergouignan, Mixel Berhocoirigoin y Michel Tubiana, tres personalidades a quienes queremos rendir hoy un particular homenaje, y muchas otras personas, asumimos nuestras responsabilidades. Propusimos a ETA que se hiciera cargo el desmantelamiento de su arsenal asumiéndolo política y judicialmente.

Visto con perspectiva, es evidente que Louhossoa aceleró el tiempo y permitió pasar de una fase a otra…

Exactamente. El desarme se llevó hasta el final, con la colaboración de las autoridades francesas en su última fase. Se creó un espacio oficial de discusión sobre la cuestión de los presos vascos en julio de 2017 entre el gobierno francés y una delegación que representaba a Iparralde y a los Artesanos de la Paz, que permitió los primeros avances esperanzadores. ETA se disolvió en mayo de 2018.

El balance de Louhossoa es eminentemente positivo, y explica la calidad y pluralidad de los apoyos que demandan nuestra absolución: ex ministros, parlamentarios de todas las tendencias políticas, personalidades del mundo de los derechos humanos y de la lucha por la paz, sindicalistas, artistas...

Es posible que el proceso de desarme tenga una resonancia particular a la vista de la actualidad internacional...

En todo caso, lo que es seguro es que en este contexto de tantas guerras, en el que la negativa a buscar soluciones negociadas, políticas, muestra la voluntad de aplastar al otro sin tener en cuenta las ganas de venganza y, por tanto, de nuevos conflictos que ello va a generar; lo que pasó en Euskal Herria puede ser un ejemplo que dé pie a la reflexión. La sociedad civil se movilizó para construir una salida diferente, que permite sentar unas bases más sanas y menos susceptibles de generar revanchas bélicas cuando se abre una nueva página de la historia de Euskal Herria. Era este el sentido profundo de lo que se hizo y dijo el 8 de abril de 2017, en la jornada de desarme. Creo que todo el mundo en Euskal Herria salió ganando.

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Firmas de apoyo

Impulsada por 100 personalidades de Iparralde y Hegoalde, pero también del Estado francés, una campaña de firmas reclama la absolución de los dos Artesanos de la Paz Béatrice Molle Haran y Txetx Etcheverry, para que sea “señal inequívoca de una determinación común para resolver el conjunto de consecuencias de esta confrontación armada que durante demasiado tiempo conoció Euskal Herria, y de una voluntad compartida de abrir definitivamente una página nueva de su historia”. Se puede firmar en la página web bakebidea.com, donde también se puede hacer una aportación económica para financiar la defensa de las personas procesadas.