Un congreso extraordinario para la lucha de siempre
ELA celebró el 15 y 16 de junio de 2017 su XIV. Congreso Confederal, bajo el lema ‘Indarberritzen’ (Renovando fuerzas). Ese era, precisamente, el objetivo del encuentro: que el sindicato saliera reforzado. Y lo ha conseguido. Por ello, el lema del Congreso Extraordinario que se celebrará el 5 de abril en el edificio Kursaal de Donostia será ‘Indar betean’ (Más fuertes que nunca).
El Congreso Extraordinario deberá elegir el Comité Ejecutivo que liderará el sindicato hasta el próximo congreso Confederal. Adolfo Muñoz Txiki dejará antes del verano del 2019 sus funciones por razones de edad, tal como marcan los estatutos de la organización. Por ello, el Comité Nacional propondrá a Mitxel Lakuntza para relevar a Muñoz como secretario general de ELA.
Mitxel Lakuntza Vicario (Pamplona-Iruñea, 1976) es el actual coordinador de ELA-Nafarroa y miembro del Comité Ejecutivo. Es técnico en Electrónica y afiliado a ELA desde 1999, cuando era trabajador de Gamesa. También fue delegado de ELA en dicha empresa, y entró en la estructura del sindicato en 2001, como responsable de la federación Hainbat.
Por otro lado, Maialen Aranburu Zinkunegi (Lasarte-Oria, 1985) entraría en el Comité Ejecutivo para ocuparse del área de Acción Social. Aranburu es licenciada en Antropología Social y Cultural y diplomada en Trabajo Social. También tiene un master en estudios feministas y de género. Aranburu entró en la estructura de ELA en 2016 y ha desempeñado distintos cargos. Ha sido responsable de la comarca de Donostia y del sector de Educación, entre otros.
El resto de personas que integran el actual Comité Ejecutivo continuarían en el mismo: Mitxel Lakuntza, Amaia Muñoa (secretaria general adjunta), Amaia Aierbe, Xabi Anza, Maialen Aranburu, Iván Giménez, Laura González de Txabarri, Pello Igeregi, Mikel Noval, Leire Txakartegi, Eustakio Uranga y Joseba Villarreal.
Cambian personas; continúa la misma línea estratégica
En el congreso de 2017, ELA subrayó los difíciles momentos que estaba viviendo la clase trabajadora. Desde entonces, la situación social, económica y política no ha variado sustancialmente, por lo que siguen plenamente vigentes las ponencias y resoluciones aprobadas hace año y medio. La cita del 5 de abril supone una oportunidad para que el Congreso subraye y recuerde las líneas estratégicas del proyecto de ELA.
A nadie se le escapa la dificultad del reto que tenemos entre manos, de practicar un sindicalismo de contrapoder y alternativo en la actual coyuntura, y con una tremenda soledad en las alianzas; una soledad, todo sea dicho, no buscada. ELA cuenta con un un amplio consenso respecto a modelo y estrategia y, en ese sentido, la propuesta de nuevo secretario general no va a modificar dicha apuesta: como se dice coloquialmente, va a ser taza y media.