RECRECIMIENTO DE YESA
ELA exige paralizar el recrecimiento de Yesa, que no cumple con las garantías de seguridad, tras anunciarse otros 56 millones

La inestabilidad de la ladera y las grietas aparecidas en la urbanización Lasaitasuna supusieron en 2013 el desalojo y la posterior expropiación forzosa de un centenar de viviendas, y las actuaciones realizadas por la Confederación Hidrográfica del Ebro no han conseguido detener el movimiento de dicha ladera. Se trata por tanto de una obra potencialmente peligrosa para la vida de cientos de personas que viven en poblaciones como Sangüesa o Gallipienzo, por lo que no es aceptable asumir tales riesgos.
Además, el anuncio en mayo de 2025 de 56 millones de euros más para continuar con el recrecimiento del pantano, se suman a los 380 millones de euros gastados ya y a otros 60 millones pendientes de ejecutar. Esto es especialmente grave teniendo en cuenta que la obra inicial se presupuestó en 113 millones de euros, suponiendo un desvío que cuadruplica el presupuesto inicial. La primera piedra del recrecimiento se puso en 2001, proyectando la finalización de la obra para el año 2006. Actualmente, en 2025, se plantea una nueva ampliación del plazo de construcción hasta el año 2029, como mínimo.
ELA denuncia el derroche de dinero público en el recrecimiento del pantano de Yesa, que está beneficiando principalmente a la UTE de Yesa compuesta por grandes empresas españolas como FCC, ACS y Ferrovial. ELA exige la paralización del proyecto y que estos fondos se destinen a proyectos viables que tengan un verdadero retorno social en el territorio. A juicio de ELA es inaceptable que se juegue así con la seguridad de la población y que se destinen ingentes cantidades de dinero público en un proyecto que se ha demostrado fallido.