El objetivo es la caída salarial

23/05/2013
La última reforma del PP, además de otras cosas, eliminó el carácter de mínimo obligatorio que tenían los sectores. Una vez sabido eso… ¿debe ser el sector la única referencia de negociación para los sindicatos? ¿Por qué, si la reforma remite a las empresas la negociación de los contenidos esenciales (otorgándoles prioridad aplicativa sobre el sector), algunos sindicatos se niegan a que la empresa sea un ámbito real y autónomo de negociación colectiva? ¿La empresa solo va a ser un terreno útil para que los empresarios tiren salarios?

Ha sido FEDEA, la Fundación que asesoró al PP en la reforma, la que mejor definió los objetivos de la misma: Se hizo para bajar salarios y debilitar la defensa colectiva de los trabajadores y trabajadoras. Esa Fundación, que se alegró de que los sectores “dejaran de ser un suelo mínimo de obligado cumplimiento”, añadía en su valoración que “los sindicatos iban a ser incapaces de adaptarse a la empresa; incapaces de adaptarse allí donde la reforma llevaba la determinación real de las condiciones de trabajo más importantes”. ¿Cuál es la lógica de la Reforma? Muy sencilla: sin organización sindical en las empresas el deterioro salarial, o lo que es lo mismo, la determinación unilateral de las condiciones de trabajo, va a ser pan comido.

Tras esa reforma, no se puede seguir actuando como si nada hubiera sucedido; como si no se hubiéramos celebrado una huelga general (29-3-12) diciendo que la reforma “destrozaba la negociación colectiva, tal y como hasta entonces la habíamos conocido”.

La patronal, por su parte, lo tiene muy claro. La CEOE (CONFEBASK y CEN)) pide a las empresas “que hagan uso de la oportunidad que les brinda reforma y utilicen la ultraactividad para cambiar de una vez y de arriba a abajo los contenidos de los convenios”. “Los mejores objetivos empresariales -dice- se pueden lograr de la mano de la ultraactividad”.

Han ido aun más allá. En relación con los contenidos de la negociación dice que “los límites fijados en el Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) -que firmó con CCOO y UGT en Enero de 2012 (un máximo del 0,6% de subida salarial)- no le obligan” y recomienda a las empresas congelación o recortes salariales”. Desconocemos qué valoración hacen CCOO y UGT sobre el “incumplimiento” de ese Acuerdo y nos preguntamos si van a sustituir la nula voluntad de negociación por parte de la patronal por otro Acuerdo con ella de peor contendido.

Confebask, por su parte, lleva a la práctica lo que dice CEOE. Usa la ultraactividad como chantaje para que los sindicatos terminemos aceptando la caída salarial y la aplicación de la reforma; deja que pase el tiempo y se acerque el 7 de Julio para que la “amenaza de perder los convenios” lleve a los sindicatos a entregarse.

Algunos culpan a ELA del bloqueo en la negociación colectiva. ¡Qué cinismo! Tras concluir que la patronal es la gran beneficiada por las reformas y ver lo que ésta dice y hace, acusar a ELA de abandonar a miles de trabajadores-as nos parece una estupidez. ¿También es responsable ELA del bloqueo en Galicia, Cataluña, Madrid, Sevilla…? En esos lugares donde no está ELA también están bloqueadas las negociaciones.

Tras esta reforma, mantener como única referencia sindical para la negociación colectiva los sectores supone, en opinión de ELA, un grave error presente y futuro. Negarse a abrir negociación en las empresas, buscando una relación de fuerzas más favorable y evitando la mediatización que la patronal ejerce sobre la mayoría de la negociación sectorial, nos parece sindicalmente incomprensible. ELA ha planteado a LAB hacer esto juntos, combinar las movilizaciones por los sectores con el objetivo de cerrar convenios de empresa. LAB nos ha dicho que no. 

¿Por qué se oculta a los y las trabajadores que el sector ya no es un mínimo de obligado cumplimiento? ¿Por qué se habla de un posible blindaje de los sectores mediante un Acuerdo Interprofesional cuando se sabe que, en relación a las empresas, es imposible?

No está de más volver a repetirlo. Es Rajoy -el PP- quien ha hecho la reforma para dejar sin negociación colectiva a mucha gente. Rajoy; no ELA. Y es Rajoy quien ha dicho el 26 de Abril pasado que va a hacer otra reforma en breve. Se lo que piden todos sus amigos (CEOE, Comisión Europea, OCDE, BCE, BBVA…). De verdad… ¿Cuál es el punto de encuentro con una patronal que juega con cartas marcadas, que sabe que le van a dar más? ¿Un Acuerdo Interprofesional que le dé legitimidad social mientras tira salarios y destruye empleo?

El reto que tenemos es muy grande. ELA no lo oculta. Y no es un debate coyuntural; es el debate, con mayúsculas, del movimiento sindical. Nos han cambiado el terreno de juego de manera radical, y defender unas condiciones de trabajo dignas va a ser más difícil porque así lo han querido los legisladores. Dicho eso, será mucho más difícil abrir un proceso que incorpore dinámicas sindicales diferentes, si a nuestra gente se le ocultan los cambios más importantes introducidos en las leyes y los objetivos que pretenden con ellos. Si, en vez de hacer frente a la deshumanización del trabajo, el sindicalismo busca su legitimidad en acuerdos virtuales con patronal (Acuerdo Interprofesional), corremos el riesgo de convertirnos en algo irrelevante.

La negociación colectiva debe ser un instrumento útil para el reparto de la riqueza. Ese objetivo, o se basa en fuerza sindical, en organización, o es una quimera. No debemos acompañar a patronal y gobiernos en el objetivo de la caída salarial. Si caen los salarios caerá aun más el empleo. La patronal que destruye empleo para mejorar la productividad quiere ahora tirar salarios para aumentar beneficios. Hay que afirmarlo con rotundidad: No hay ninguna razón para renunciar a la defensa y mejora del poder adquisitivo de los salarios. Subir salarios es, además de justo, eficaz para la economía real y para el empleo. Si hay algo, en opinión de ELA, que debemos transmitir con claridad a los trabajadores y trabajadoras es la imperiosa necesidad de organizarse.