CAMBIO CLIMÁTICO

La COP30 acaba de comenzar y ya huele a fracaso

12/11/2025
La COP30 acaba de comenzar y ya huele a fracaso
La cumbre de la COP, que como cada año tiene como objetivo las negociaciones para frenar el cambio climático, acaba de comenzar, esta vez en la ciudad brasileña de Belem. En la Amazonía, el llamado pulmón del planeta, donde la emergencia climática tiene un significado especial. Y sin EEUU ni China, responsables de las mayores emisiones del mundo.

Entre los principales objetivos de este año se encuentran lograr una mayor financiación para hacer frente a la emergencia climática y que cada país incremente sus reducciones de emisiones. Son otros de los objetivos, además, acordar medidas de adaptación al cambio climático y una transición justa, es decir, poner a las personas en el centro.

El punto de la financiación se negocia todos los años. Las medidas para frenar y adaptarse a los efectos del cambio climático exigen millones de euros anuales y como no todos los países tienen la misma capacidad, ni la misma responsabilidad en el cambio climático, la cantidad de dinero que cada país debe aportar debe ser negociada anualmente. Nunca se recauda suficiente, y los países más ricos no ponen sobre la mesa una financiación equivalente a su responsabilidad. Sospechamos que este año van a seguir por el mismo camino.

Por otro lado, los estados de todo el mundo deben intensificar sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Los compromisos de reducción del Acuerdo de París de 2015 deben actualizarse cada cinco años, de modo que deben actualizarse este año. Los nuevos compromisos debían darse a conocer a lo largo de 2025, pero muchos países todavía no los han actualizado. En el caso de la Unión Europea, se establece de común acuerdo un objetivo común para todos los países miembros.

El compromiso de la UE hasta el momento era reducir las emisiones en un 55% para 2030 (año base 1990). Ahora se ha acordado reducir las emisiones en un 90% para 2040 (año base 1990). Pero con una trampa. El 10% de la reducción se podrá compensar con derechos de emisión adquiridos en el mercado de carbono, por lo que la reducción real sería de un máximo del 80%, siempre y cuando se cumplan los compromisos. La UE introducirá ahora estos objetivos de reducción en la Ley Europea del Clima, que será aprobada en el Parlamento Europeo.

Como siempre, las ambiciones y compromisos verbales citados por todos los países cuando se habla de reducciones de emisiones no se reflejan en el papel. Esta es la posición de Europa, que dice liderar la lucha contra el cambio climático. Es necesario dar una negociación mundial para hacer frente a un problema global como la emergencia climática, pero mientras estas negociaciones se lleven a cabo por cada país defendiendo solo sus intereses, no se alcanzará una solución real. Ni en esta COP ni en las siguientes.