Mercedes sigue despidiendo personal pese a tener récords de beneficios y prometedoras inversiones

La primera vez que se puso en marcha el protocolo de despidos fue en febrero de 2019, coincidiendo con la firma del acuerdo para su creación. En aquella ocasión, tres compañeros de producción fueron despedidos, basándose en acusaciones falsas. Sólo una de estas personas consiguió que un juez declara nulo su despido y fue readmitido. Las otras dos personas se acogieron a la indemnización propuesta por la empresa antes del juicio.
A mediados de 2021, les tocó a 4 personas del departamento ITT: fueron despedidos y “cedidos” a una empresa subcontratada. Finalmente, tras la actuación de la Comisión de Despidos y el inicio del proceso judicial, la empresa se vio obligada a readmitir a las cuatro personas.
Ahora es el turno de una compañera que, tras pasar un periodo personal adverso, al incorporarse al trabajo ha sido despedida de una manera totalmente injusta y miserable, alegando la empresa que ese puesto ha desaparecido.
Por desgracia las empresas tienen múltiples fórmulas para despedir y la vía judicial lo permite, pues conseguir una sentencia de despido nulo es muy difícil; y el despido improcedente, aunque dé la razón al trabajador o trabajadora, sólo le supone un gasto más en su balance de cuentas y no obliga a la readmisión.
Tras este último despido, la comisión de despidos se ha puesto en contacto con la empresa en dos ocasiones, pero desde ambas Direcciones “dialogantes” no se han dignado ni a contestar. Nuevamente muestran una total falta de empatía y de sensibilidad hacia las personas, dejando claro que, para ellos, la plantilla es un mero material de producción del cuál pueden prescindir sin ningún tipo de miramiento.
Después de semanas realizando diferentes acciones dentro de fábrica: reparto de comunicados, carteles, pegatinas, así como colocar pancartas en el exterior de la empresa, la comisión denuncia públicamente las actuaciones de una empresa que vende el eslogan de “las personas en el centro”.