Las mujeres trabajan en los hoteles en condiciones de auténtica esclavitud

En una rueda de prensa celebrada en Gasteiz, Marikruz Elkoro y Ruben Espino, secretaria general de la federación de Zerbitzuak y responsable del sector en Araba han informado han criticado el contenido del convenio de hostelería suscrito por los sindicatos UGT y CCOO y de los avances que se han producido en los convenios de Gipuzkoa y Bizkaia.
En el ámbito de la hostelería en la CAPV trabajan 50.413 personas a fecha mayo de 2018, de ellas 7240 en Araba; 25049 en Bizkaia y 18124 en Gipuzkoa. Los bajos salarios y las jornadas interminables son una constante en este sector precarizado y feminizado. Como ejemplo, las mujeres trabajan en los hoteles en condiciones en auténtica esclavitud, con salarios que rondan los 600 euros al mes por trabajar 1,800 horas al año o por percibir 2,5 euros por habitación que limpian.
La externalización de servicios forma parte de una estrategia empresarial. En un informe realizado por la patronal de hoteles ( Hostelco) se muestra claramente cuál es su intención: que en un breve plazo más del 60% del trabajo en hoteles esté externalizado y que ello se haga a costa de rebajar las condiciones laborales y salariales hasta límites que rozan la esclavitud.
La negociación colectiva, los convenios, son la herramienta para regular las condiciones de trabajo que van a regir en cada uno de los sectores y ELA entendemos que los convenios deben adaptarse a las nuevas realidades. En los últimos meses se han renovado los convenios de hostelería en Bizkaia y Araba y el convenio de Alojamientos de Gipuzkoa.
Las mayorías sindicales existentes en el convenio de hostelería de Araba permiten que esta situación se siga perpetuando. La reciente firma del convenio de Araba así lo demuestra, un convenio que obvia esta situación y que no establece ninguna medida efectiva que ponga freno a lo que está sucediendo.
ELA denuncia que en Araba se ha perdido una oportunidad para hacer frente a la mayor situación de precariedad laboral que se produce en el ámbito hotelero. Es sobradamente conocida la situación de explotación laboral que padece una gran parte del personal, en su mayoría mujeres, que trabaja en el departamento de limpieza de pisos ( las autodenominadas las kellys, las que limpian las habitaciones).
ELA tiene como objetivo luchar contra la precariedad. Pero esta lucha no puede ser un slogan, se debe concretar en las mesas de negociación y en la inclusión de contenidos muy concretos. Por ello, los convenios firmados recientemente en Alojamientos Gipuzkoa donde somos mayoría absoluta, o el convenio de Bizkaia donde ostentamos el 47% así lo confirman. Unos convenios que contienen claúsulas innovadoras en relación a poner freno a la explotación que padecen muchísimas mujeres que limpian las habitaciones de los hoteles. Hemos incluido cláusulas que garantizan la establidad de los puestos de trabajo del personal externalizado y la aplicación como mínimo de las condiciones recogidas en los convenios de hostelería. Se trata de la primera regulación en este sentido a nivel estatal y que ha sido aplaudida y puesta como ejemplo por la asociación las kellys que trabajan precisamente, este ámbito.
Si no se incluyen cláusulas de este tipo que regulen la externalización, donde no se regulen podremos encontrarnos con convenios que no se apliquen a prácticamente ningún trabajador o trabajadora del sector ya que lo estarán inaplicando por la vía de los hechos
También hay que señalar que los convenios de Gipuzkoa y Bizkaia incluyen en su ámbito funcional los pisos turísticos cuyo auge es incuestionable y no deben escapar a la regulación dentro del convenio de hostelería. Tampoco esta cuestión se ha tenido en cuenta en Araba.