Pese al aumento del coste del servicio, las condiciones del servicio empeoran
ELA denuncia el abandono del Departamento de Salud del Gobierno Vasco ante la inminente finalización del contrato de emergencia del servicio de transporte sanitario en Bizkaia y Araba. Faltan menos de dos meses para que finalice el contrato, pero no se ha realizado la nueva licitación ordinaria. Aunque el coste del contrato se ha duplicado, las condiciones laborales siguen sin mejorar, abocando al servicio a un limbo legal y funcional.
El actual servicio está siendo operado por la UTE BIZKANB en Bizkaia y en Araba por Ambulancias Gipuzkoa, bajo un contrato de emergencia que finaliza de manera improrrogable en enero de 2026. La anterior adjudicataria, La Pau, fue apartada por incumplimientos graves en materia de prevención de riesgos laborales que acarrearon sanciones de la Inspección de Trabajo. A pesar de ello, el Departamento de Salud ha permitido que las nuevas empresas –UTE BIZKANB y Ambulancias Gipuzkoa– mantengan deficiencias en este mismo ámbito. Esto evidencia una alarmante falta de seguimiento y control sobre un contrato público. De este modo, las condiciones laborales y el propio servicio no han mejorado.
Este abandono de responsabilidades resulta aún más escandaloso si se analiza la vertiente económica. En Bizkaia el presupuesto anual del servicio de Transporte Sanitario No Urgente (TSNU) ha pasado de 19,2 millones de euros a los 37,6 actuales, mientras que el servicio urgente (RTSU) ha pasado de 25,2 a 35,5 millones anuales. El incremento total en Bizkaia es de 28,8 millones de euros, casi el doble del presupuesto anterior.
En el caso de Gipuzkoa, gestionada por Ambulancias Gipuzkoa, se observa una tendencia similar: el servicio ha obtenido más de un 25% de aumento en los últimos tres años. Y en Araba el precio se ha incrementado en más de un 80% respecto al año anterior.
Sin embargo, esos aumentos no se trasladan a las plantillas y al servicio. Aunque el convenio colectivo garantiza la subrogación de la plantilla, las y los trabajadores se enfrentan a una precarización inaceptable. La flota de vehículos se encuentra en un estado lamentable, con ambulancias que no cumplen con los estándares de seguridad y operatividad. Esta situación no solo afecta al transporte programado, sino que compromete la seguridad en servicios de urgencia, incluyendo los Soportes Vitales Básicos y Avanzados, constituyendo un riesgo directo para pacientes y profesionales.
ELA considera que la única solución para garantizar un servicio de calidad, eficiente y sostenible es la publificación del servicio, con el mantenimiento íntegro de las plantillas actuales, tal y como ha ocurrido recientemente en Navarra con resultados positivos.
ELA exige al Departamento de Salud que asuma su responsabilidad y actúe de inmediato. De no recibir una respuesta urgente, ELA iniciará un calendario de movilizaciones y emprenderá las acciones legales oportunas para defender los derechos de las trabajadoras y trabajadores y la calidad del transporte sanitario de Bizkaia.