La primera jornada de huelga ha tenido una amplia repercusión
La situación es alarmante. Uno de los casos más graves es el uso de una máquina curvadora que ha estado implicada en varios accidentes, dos de ellos graves. A pesar de ello, la empresa sigue incumpliendo los procedimientos de uso indicados por el fabricante, poniendo en riesgo la vida de quienes en esta máquina trabajan.
También es preocupante la situación en las nuevas cabinas de granallado, pintura y metalizado. Se ha detectado exposición a agentes tóxicos y partículas metálicas en suspensión. Algunos trabajadores han presentado síntomas como mareos, náuseas o vómitos, relacionados con el mal funcionamiento de los sistemas de extracción y la falta de protocolos adecuados.
En ambos casos, denunciados ante Inspección de trabajo por la Sección Sindical de ELA de Haizea Bilbao, la autoridad laboral ha abierto procedimiento sancionador contra la mercantil, admitiendo y reconociendo las irregularidades denunciadas y que se está exponiendo a riesgos a las personas trabajadoras.
Estas no son situaciones puntuales. La empresa actúa de manera sistemática en contra de la normativa de prevención, con el único objetivo de aumentar sus beneficios, ignorando el coste físico y mental que esto supone para la plantilla.
Es inaceptable que una empresa con capital público (el Gobierno Vasco, a través de la sociedad pública Ekarpen, posee aproximadamente el 20% del capital) incumpla de forma tan flagrante la normativa básica en salud laboral. Hemos detectado además sobrecarga de trabajo, ausencia de medidas preventivas eficaces y actitudes coercitivas hacia la plantilla.
ELA exige a Haizea Bilbao que asuma su responsabilidad y realice inversiones urgentes en prevención y seguridad. Los accidentes laborales son evitables si se cumple la ley. La salud, la seguridad y la dignidad de la clase trabajadora no son negociables.