Tras meses luchando en los centros de trabajo, las trabajadoras de las residencias de Araba vuelven a la calle a reivindicar condiciones de trabajo dignas

03/06/2020
Tras suspender el 13 de marzo las concentraciones previstas debido a la declaración de alarma sanitaria generada por el COVID-19, el 3 de junio los sindicatos ELA-LAB-UGT y CCOO se han vuelto a concentrar para reivindicar unas condiciones dignas para las trabajadoras y para el propio modelo asistencial de Araba. “Lo vivido durante la crisis sanitaria en las residencias privadas deja en evidencia que somos un servicio esencial”.

Durante toda esta crisis sanitaria, las trabajadoras han luchado contra el virus, prestando sus servicios sin garantías para su salud y la de las personas que atienden; falta de EPIs, insuficiencia de ratios, incumplimiento de protocolos, inspecciones preavisadas... han sido el pan de cada día de las residencias. Hasta el mes de mayo no se han realizado los test a las trabajadoras del sector. “¿Cómo íbamos a ser capaces de proteger a nuestros/as mayores sin tener recursos? No hemos sido capaces de proteger a la población más débil. ¿Cuántas personas podrían haberse salvado si este sector no fuese un negocio en auge? ¿Cuándo nos vamos a concienciar qué lo más importante es su bienestar y qué todos los usuarios y usuarias son de la misma categoría?” Esta situación ha dejado en evidencia la necesidad de una reflexión sobre el modelo asistencial residencial que existe en la actualidad en Araba, ya que en esta pandemia ha demostrado su enorme vulnerabilidad.

Tras casi tres meses luchando en cada centro de trabajo contra el virus, las trabajadoras de residencias creen más que nunca que es necesario defender unas mejores condiciones de vida de las personas usuarias y de las trabajadoras que las cuidan. Por todo esto, han vuelto a la calle a reivindicar un convenio justo para el sector de residencias de Araba. “La calidad y la buena asistencia de nuestros mayores pasan por la mejora de nuestras condiciones laborales. Si analizamos los datos producidos en los tres territorios históricos, durante esta pandemia, el resultado debería hacernos reflexionar: mejores condiciones laborales = menor número de contagios y fallecimientos en residencias”.

Ha pasado más de medio año desde que la patronal se comprometió a constituirse para empezar las negociaciones y pero se sigue sin noticias. Y ya es más de un año el que llevan exigiendo que tanto Diputación como empresas se sienten a negociar el I Convenio Provincial de Residencias de Araba del que dependen las condiciones laborales de las trabajadoras de residencias de Araba, que son inexplicablemente mucho peores que las condiciones de territorios vecinos.

El propio Diputado de Asuntos Sociales Emilio Solá, el 12 de mayo en una entrevista apuntó sobre la necesidad de un cambio en el modelo de residencias. Pero realidad, aunque siga insistiendo en que el modelo de residencias en Araba es de gestión pública, la próxima residencia dependiente de Diputación será gestionada por una cooperativa de iniciativa social y el 65% de plazas residenciales en la provincia de Araba están gestionadas por empresas privadas, con fines lucrativos. Por lo tanto, queda claro que el objetivo económico siempre prima sobre la calidad asistencial.

Las personas trabajadoras del sector, insisten “ha pasado el tiempo suficiente para pasar de las buenas palabras a los hechos”. Exigen a las instituciones y patronal que se impliquen y se sienten a negociar ya el I Convenio Provincial de Residencias de Araba. Así mismo piden una mejora real de la ratio de atención directa para unas profesionales qué se sienten olvidadas, no reconocidas e incomprendidas.

“No vamos a parar hasta conseguir un convenio digno para este sector que ha demostrado ser esencial a la ciudadanía”.