Trabajadoras del comercio de Gipuzkoa se movilizan por sus convenios

08/05/2017
Varios cientos de personas participaron en la manifestación convocada ayer, 7 de mayo, por ELA en Donostia bajo el lema “Hitzarmen duinak Merkataritzan. Madres sí, trabajadoras también”. Las mesas de negociación de cuatro subsectores del comercio de Gipuzkoa (Textil, Metal, Piel y calzado y mueble) están no acaban de constituirse tras más de 4 meses desde su última convocatoria. El problema: el desencuentro entre patronales históricas y nuevas en torno a su legitimación para negociar.

 

Los últimos convenios vigentes perdieron su vigencia el 2008 (Metal) y el 2009 (Textil y Piel y Calzado) y con la reforma de Rajoy que acabó con la ultraactividad de los convenios el 7 de julio de 2013 dejaron de existir oficialmente [El del mueble no se renovó desde 2003, entre otros motivos, por ausencia de representación en la parte social]. Desde entonces, varias empresas aprovecharon la firma del Convenio del Comercio en General por parte de LAB y CCOO para aplicarlo como convenio supletorio. ELA no firmó el convenio de comercio General porque en vista de la previsión de la reforma de aplicar convenios de ámbito superior el Convenio de comercio general de ser un convenio residual podía pasar a ser el convenio de aplicación en todos los subsectores del comercio. Lamentablemente, no nos equivocamos y así a pasado a ser en varias empresas. Este convenio empeora entre 7.000 – y 5.000 € los salarios y supone un aumento de jornada de entre 35 y 9 horas, según el convenio.

Desde entonces, allá donde ELA ha contado con representación, en primer lugar, ha blindado la aplicación de los convenios oficialmente decaídos ampliando su ultraactividad hasta la firma de un nuevo convenios. En segundo lugar, ha iniciado procesos de negociación a nivel de empresa, para la mejora de las condiciones de trabajo, en algunos casos llegando incluso a firmar convenio de empresa que mejoran sustancialmente las condiciones actuales del sector, caso de Punto Roma. En tercer lugar, ha persistido en su intento de renovar los convenios sectoriales encontrándose siempre con la cerrazón de las patronales históricas, cómodas en la actual situación de desregulación. La irrupción de Garen y Dendartean, ha dejado patente que la posibilidad de llegar a acuerdos en el comercio, no es una cuestión de viabilidad económica derivada de la crisis, sino de voluntad. Ambas representan al pequeños comercio, el más castigado por la crisis, y su posición negociadora nada tiene que ver con el atrincheramiento en las reformas y la congelación salarial para años pasados que vienen defendiendo las patronales históricas.