EL PAPEL DE LOS SINDICATOS (Iritzia, Astekaria 123)
Hay que ver cómo se han puesto UGT y CCOO de Navarra cuando se ha cuestionado la transparencia de la adjudicación de las Viviendas de Protección Oficial de las que esos sindicatos son promotores. CCOO ha anunciado incluso que estudia acciones legales contra ELA por las declaraciones de nuestro coordinador en Navarra sobre la opacidad de tales adjudicaciones. Sin embargo, ELA no ha dicho nada que se aparte del informe elaborado por la Defensora del Pueblo ante denuncias de personas afectadas, del que se puede deducir que los métodos aplicados por CCOO y UGT "pueden dar lugar a un margen de discrecionalidad en la selección"; o, dicho más llanamente, un margen para la adjudicación a dedo. Que no les extrañe, por tanto, que se le coja a la cosa tufillo clientelar.
El lío es en cualquier caso buena ocasión para hacer un apunte sobre el papel de los sindicatos y lo que pintan, o no pintan, en algunas historias. Naturalmente que se puede justificar que las VPO -como otras actividades- tiene una finalidad social. Pero no es necesariamente buena idea que los sindicatos se apunten a la gestión de todas las actividades que de una u otra forma puedan tener algún carácter social. Y no sólo por la razón que apunta el sabio proverbio de "zapatero, a tus zapatos".
Y es que el denominador común de la participación de los sindicatos en estas áreas es el de que actúan en situación de dependencia de los gobiernos e instituciones de cuya acción social (vivienda, formación, empleo...) se han convertido en colaboradores o sustitutos. Es la administración la que autoriza, financia y condiciona de una u otra forma este tipo de actividades, que se convierten, por otra parte, en elemento muy relevante de la actividad del sindicato, de su mensaje y su oferta a los trabajadores y trabajadoras, y, lo que es más grave, de su propia estructura económica.
El inevitable resultado de esta opción es el de que el sindicato termina dependiendo en su financiación y actividad de gobiernos y administraciones y pierde algo tan esencial como la independencia. ¡Y bien que se nota!
G.K.