La generación del 33
Otro golpe más a la clase trabajadora vasca, esta vez desde Madrid. La nueva Reforma Laboral vuelve atacando con los mismos actores y mismas estrategias que en la 1997. Sólo cambia el partido que gobierna en España, pero no su papel. En la anterior Reforma Laboral, el entonces recién elegido presidente Aznar consiguió dar de comer a su siempre hermana patronal, ofreciendo como postre la firma del abaratamiento del despido por parte de UGT y CCOO. Sus contenidos se alabaron desde todos sus firmantes, pero el papel de actores principales de la venta mediática se la otorgaron a UGT y CCOO. En este mundo actual la impotencia sindical se remedia con grandes titulares.
"La eventualidad se reducirá de 33% al 15% en pocos años" era un mensaje atractivo para dominar mediáticamente ciertas voces discordantes, los tremendistas, los que estamos siempre con formulas pasadas de época. La reducción de la indemnización por despido era un pequeño precio a pagar contra los millones de contratos indefinidos que iban a tener nuestros jóvenes y mujeres.
Nueve años han pasado y la eventualidad continúa en el 33%. Pero eso no es lo peor. No se trata de que la Reforma del 97 no haya mejorado las cosas. Además del citado 33% de temporalidad, los jóvenes que han firmado un contrato indefinido en estos años, tienen un despido de 33 días por año trabajado y, lo más peligroso, 24 mensualidades de tope máximo.
Aquí tenemos que detenernos. Una aspiración patronal ya histórica ha sido y es el despido libre y gratis. El Mercado Laboral de segunda que nos están imponiendo tiene ciertos pilares y éste es uno de ellos. El libre lo consiguieron hace tiempo. Estas reformas laborales (1997 y 2006) son un durísimo golpe en el abaratamiento del despido, y suponen la entrada de la precariedad en el contrato indefinido. Llevamos ya ocho años (1997-2005) con un contrato indefinido cuya indemnización por despido improcedente, o sea que el empresario no tiene razón al realizarlo, tiene un tope de 24 mensualidades. Esta Reforma amplía en la práctica ese plazo hasta el 31 de diciembre de 2009 ya que "se reconocerá la posibilidad de transformación en contratos para el fomento de la contratación indefinida de los contratos temporales celebrados hasta el 31 de diciembre de 2007". Si a esto le aplicamos los 24 meses que podrá estar eventual un trabajador/a, si se cumpliese el texto de la Reforma, podemos hablar que vamos a llevar, al menos 11 años con este contrato.
Los empresarios tienen que frotarse las manos. Poco a poco, reforma a reforma van consiguiendo que toda una generación vaya teniendo un despido, que les permita usarnos en nuestro años más productivos, y cuando nos hayan exprimido tanto que nuestra salud nos haga reducir el rendimiento, despedirnos con un máximo de dos años de salario. El contrato de 45 días por año trabajado tiene un tope por despido de 42 mensualidades, y muchos empresarios se lo piensan dos veces antes de despedir por estas causas a trabajadores/as con antigüedades de más de 20 años.
Este es el fondo de la Reforma. Lo sabe la patronal, que lleva trabajándolo tiempo y que trabaja por sus intereses. Pero lo saben también UGT y CCOO, que vuelven a tener todos los altavoces del poder a su disposición para vender a la clase trabajadora a cambio de su propia subsistencia. ¿Para los intereses de quién trabajan UGT y CCOO? Hablan de que se harán cientos de miles de contratos indefinidos-precarios, de que se regula la subcontratación, cuando realmente crean un "libro de registro" de subcontratas y poco más; dicen que no habrá cesión de trabajadores y solamente maquillan el texto actual, que "la Inspección de Trabajo va a incrementar en un 20% su personal" cuando eso supone uno o dos inspectores más en Álava.
Un ejemplo grafico, e incluso obsceno, de lo que UGT y CCOO nos intentan vender como logros sindicales es el FOGASA. Nos plantean que "se mejorará la protección por el FOGASA de los salarios adeudados a los trabajadores en caso de insolvencia empresarial" y al mismo tiempo que « se reducirá el actual tipo de cotización empresarial al FOGASA, quedando establecido en el 0,2% desde el 1 de julio de 2006.» Esto es un insulto a inteligencia de la clase trabajadora. Nos venden que vamos a cobrar más del Fogasa y que los empresarios van a pagar menos al mismo. Conclusión; los trabajadores pagaremos el Fogasa.
Según el propio ministro Caldera, los empresarios van a dejar de cotizar con esta Reforma 1.294 millones de euros. Incluso en grandes titulares dice, sin rubor, que a los empresarios les saldrá más barato hacer contratos indefinidos y posteriormente despedir cuando hayan exprimido las subvenciones, que hacer contratos eventuales. Además de no reducir la temporalidad y precarizar el contrato indefinido, se vuelve a trasladar renta al capital a nuestra costa.
La generacion que nos incorporamos al mercado laboral desde la Reforma del 97, tenemos dos lastres fundamentales: 33% de precariedad y 33 días por despido. El primer 33 será ligeramente variable, pero el segundo nos marca como trabajadores de usar y tirar.
Nos han educado sin que nos falte de nada tras la penurias que pasaron nuestros primogénitos, vendiéndonos desde todos los ámbitos que si nos preparamos bien triunfaremos en la vida. Hoy somos la generación mejor preparada de la historia, pero también la generación del mileurismo, la que necesita del salario integro de más de 20 años para pagar un derecho como la vivienda y, gracias a la firma de estas reformas laborales, somos la generación del contrato indefinido-precario de 33 días.
En Francia los jóvenes fueron capaces de tumbar el CPE (Contrato de Primer Empleo) mediante la movilización y lucha. En España las fuerzas sindicales se encargan de aplicar su particular capa de miel necesaria llamada diálogo social para endulzar una agresión estratégica Patronal a la generación de 33 días. En ELA trabajamos todos los días en cada centro de trabajo para que esta generación despierte, y con ello nuestros hijos no vuelvan a pasar las penurias que sufrieron nuestros padres.
Luis Fernandez, responsable de ELA en Araba