Mentiras nada arriesgadas (Testoa gaztelaniaz)

2003/06/09

En EEUU han armado un escándalo las declaraciones del adjunto de Rumsfeld, Paul Wolfowitz, en las que reconoce que lo de los arsenales de Sadam Hussein fue una "razón burocrática" para convencer a administraciones y opinión pública de la necesidad de invadir Irak. El que las dichosas armas no aparezcan ahora por ninguna parte no le parece relevante a Wolfowitz, ya que de lo que se trataba era de apoderarse de un país que flota sobre un mar de petróleo y dejar claro quién manda. Conseguido el objetivo, ¿a quién le preocupa que los arsenales existieran realmente?
Esta opinión la comparte la ministra española de Exteriores, para la que no se trata de un tema relevante, "aunque sería bueno que aparecieran porque la opinión pública lo está esperando". De las pruebas que hace pocos meses su presidente Aznar afirmó tener, nada de nada.
Algo similar me da la impresión de que pasa con Egunkaria. El 20 de febrero la Guardia Civil cerró el diario, "por ser un instrumento terrorista". Varias personas fueron detenidas brutalmente, sometidas a trato inhumano y procesadas como miembros o colaboradores de organización terrorista. El gobierno español se felicitó del golpe infligido a ETA "desde el estado de derecho".

Hoy, tres meses y medio más tarde, cuando el precinto de Egunkaria ha llevado a su desaparición, no se conocen las razones en la que se funda el cierre ni las pruebas que avalen las acusaciones formuladas. Sencillamente, sospecho, porque no hay pruebas y argumentos que hagan presentable la barbaridad.

Claro que en el caso Egunkaria, el gobierno español cuenta con la ventaja de que a su opinión pública, controlada y domesticada, no hay por qué darle mayores razones de una operación de castigo contra vascos.

GK