Las trabajadoras de las Residencias de Bizkaia continuarán con la huelga en agosto

20/07/2017
Las delegadas de ELA en la Residencias de Bizkaia decidieron en la asamblea realizada el 19 de julio continuar, como mínimo– con la huelga durante todo el mes de agosto. La actual convocatoria de huelga finaliza el 31 de julio.

En la comparecencia pública realizada esta mañana para explicar los motivos de esta decisión, las trabajadoras han denunciado la situación de absoluto bloqueo que imponen las tres patronales del sector, (GESCA, ELBE y LARES). "El mejor ejemplo es que la última reunión de la mesa se celebró en febrero. Estamos cansadas, pero que tenemos claro que no vamos a parar hasta lograr la dignificación del sector en Bizkaia".

Además, también han calificado la actitud de Unai Rementería como “cínica” e “hipócrita”. “Este señor manifiesta que ya es hora de subir los salarios y que quiere convertir Bizkaia en un buen lugar para hacerse mayor, cuando como máximo responsable del servicio da cobertura a nuestras precarias condiciones laborales y a un mal servicio público”.

“Lejos de asumir su responsabilidad en el conflicto respecto de un servicio que sí es de su competencia y buscar la solución al mismo, ha centrado todos sus esfuerzos en desactivar la huelga e invisibilizar el conflicto: ha solicitado el aumento de los servicios mínimos, ha seguido –durante mucho tiempo– pagando a la empresas… Sin embargo, en ningún momento ha puesto el acento en la grave situación que atraviesa el sector, en el que nuestras precarias condiciones laborales se extienden también a la calidad del servicio que ofrecemos a las y los usuarios”.

Una actitud que, según las trabajadoras de las Residencias de Bizkaia, se extiende a todas las patronales del sector, que están haciendo de los servicios mínimos su herramienta para “solucionar” el conflicto, atentando contra el derecho fundamental a la huelga, tal y como ya ha sido reconocido en sentencias como la de la Residencia Caser.

Estas trabajadoras han querido dejar claro sus reivindicaciones son legítimas y también posibles. “Muestra de ello es el convenio que hemos firmado en la Residencia Miravilla, de Bilbao, convenio que viene a demostrar que el fin del conflicto y la dignificación del sector son una cuestión de voluntad. Sin embargo, ni las patronales ni la Diputación de Bizkaia tienen esa voluntad, puesto que su apuesta es por un modelo en el que poco importan el mantenimiento de los servicios sociales y la calidad en la prestación de los mismos. Su apuesta es por un modelo en el que los servicios públicos se privatizan para que unos pocos hagan negocio a costa de nuestras condiciones laborales y de la calidad asistencial; y ello con la necesaria connivencia entre los poderes públicos y las patronales”.