MODELO POLICIAL

“El poder político no nos respeta”

03/04/2025
Hace una década el Gobierno vasco y las instituciones locales apostaron por un modelo de selección de OPEs y bolsa de trabajo conjuntas gestionadas por Arkaute. Los y las responsables de ELA en udaltzaingoa denuncian que este modelo ha fracasado, y recalcan el compromiso del sindicato con un servicio que debe ser asistencial, de cercanía y muy enraizado a la realidad local.

¿Qué balance hacéis de esta década?

Malo. El modelo de selección impulsado por el Gobierno vasco y apoyado por EUDEL ha supuesto la precarización de nuestras condiciones laborales. Y, además de la problemática laboral, llevamos años sufriendo las consecuencias de una mala gestión de diferentes temas relacionados con la labor policial.

¿Por ejemplo?

Es evidente que el poder político nos utiliza como arma política a su conveniencia, sin respetar nuestra labor. Históricamente el poder político ha utilizado a la policía en defensa de sus intereses. Sin embargo, tenemos claro que la policía se debe a la ciudadanía y tiene que ser neutral políticamente. Y esto es algo que no siempre se respeta.

El modelo de policía que reivindicamos tiene que tener conciencia de clase, ser euskaldun, respetuosa con los derechos humanos, enraizada en el pueblo. Sin embargo, muchas veces se nos encomiendan tareas que se deberían abordar con otro prisma o por otros departamentos públicos. Es decir, se enfocan como problemas policiales cuestiones cuyo tratamiento debieran tener otra índole como, por ejemplo, una perspectiva social. De este modo suplimos las carencias que hay en otros departamentos con los problemas que este enfoque, que muchas veces es conscientemente erróneo, genera.

¿Cómo se puede revertir la situación?

Cambiando el actual modelo. El modelo impuesto por Arkaute a la policía local busca uniformizar la policía vasca. El tema de la formación es vital. Es evidente que necesitamos colaboración con la Ertzaintza, pero no subordinación. Hoy en día la formación que recibe la policía local en Arkaute es prácticamente idéntica a la de la Ertzaintza. Sería beneficioso que estas formaciones fueran distintas, adaptadas a los roles y necesidades de cada cuerpo.

Otra cuestión importante es concienciarnos de que dar un enfoque exclusivamente policial a problemas cuyo origen son sociales es un error que genera problemas graves. En los últimos años hemos visto como las instituciones públicas han dado un enfoque policial a cuestiones que se deberían haber abordado desde otra perspectiva. Hablamos de situaciones generadas en torno a personas en situaciones de vulnerabilidad social. En lugar de destinar recursos públicos para solucionar estas situaciones, se enfoca como un problema de inseguridad ciudadana. Es decir, quieren abordar la consecuencia, pero no el origen, lo que ha provocado situaciones traumáticas para todas las personas implicadas en las mismas.

Por poner un ejemplo. Ha habido veces donde se nos ha requerido ante situaciones de jóvenes sin hogar durmiendo en la calle. En lugar de darle una respuesta social mediante, por ejemplo, los servicios sociales, hay casos donde se ha decidido mandar a la policía local para expulsar a esas personas de donde estaban. El primer paso para solucionar este tipo de situaciones no tiene que ser la policía. Primero hay que buscar una solución social, no policial.

Los datos dicen que cada vez hay más gente en situación de pobreza y en riesgo de exclusión social...

Así es. Hay una realidad que no podemos ocultar. Cada vez hay más gente en peligro de exclusión social, en muchos casos de ellos sin hogar o durmiendo en la calle. Hablamos de gente que no tiene recursos y que viven en tiendas de campaña debajo de cualquier puente. ¿Y qué hacen los políticos? Mandar a la policía. Bien. ¿Y qué quieren que hagamos? ¿Mandarlos a otro sitio? ¿Alguien cree que haciendo una intervención y expulsando de un lugar determinado a quienes duermen en la calle se acaba el problema? No. Esas personas irán a otro lugar y el problema, la situación de exclusión social, seguirá igual.

Tampoco podemos olvidar que mucha de la gente que vive en la calle tiene problemas con las drogas, el alcohol o cualquier otro tipo de problema de salud mental. La policía no está preparada para afrontar estas problemáticas. La policía no puede cumplir las necesidades de atención de una persona con problemas de salud mental.

 

PROPUESTAS PARA OTRO MODELO POLICIAL

ELA quiere jugar un papel fundamental para promover el compromiso de los policías con los derechos humanos por varias razones:

  1. La labor policial no es exclusivamente la de garantes de la seguridad, muchas veces se olvide (deliberadamente) su función prioritaria, que es la de garantizar a todas las personas el ejercicio de sus derechos fundamentales.
  2. Promoción de una cultura de respeto y dignidad: desde la crítica, la propuesta y la proactividad, podemos ayudar a fortalecer una cultura policial que valore y respete los derechos humanos.
  3. Ratio de dos agentes por 1.000 personas. Sin el personal adecuado lo demás es imposible.
  4. Refuerzo de la legitimidad: El compromiso con los derechos humanos refuerza la legitimidad de la policía ante la sociedad.
  5. Formación: Se debe proporcionar recursos y formación continua sobre derechos humanos y prácticas policiales éticas.
  6. Promoción de la justicia social: ELA, por su propia naturaleza, busca promover la justicia y la equidad en los centros de trabajo y en la sociedad. Fomentar el compromiso con los derechos humanos entre los policías es coherente con estos objetivos más amplios y ayuda a construir una sociedad más justa y equitativa.
  7. La Policía Vasca solo será si es Euskaldun: a día de hoy, el compromiso ineludible ha de ser el de dar pasos firmes e inequívocos para que ésto se dé.