Aberri Eguna 2021: Una nación solidaria y de justicia social

La situación pandémica ha puesto de manifiesto esa interdependencia. Afrontamos retos y problemas globales que requieren soluciones globales, como es el caso del cambio climático. Pero esta situación de crisis también ha hecho evidentes diversos retos que como nación y como clase nos plantea la falta de soberanía.
En estos días, ELA viene advirtiendo sobre las amenazas que se ciernen sobre el país como consecuencia de la aprobación de los llamados "fondos europeos", que están siendo asumidos de forma acrítica por todo el arco político vasco. Para nosotros, la suspensión temporal de algunos de los mandatos de austeridad de los últimos años no significa, ni mucho menos, un cambio de paradigma en la Unión Europea. Esa misma Unión Europea ha hablado muy claramente de las condiciones asociadas a estos fondos y de que se seguirá por la senda de la austeridad cuando se considere necesario. Por ello, en consonancia con el rechazo al Pacto Constitucional, instamos a los partidos vascos a revisar su posición sobre estos fondos, que condicionarán nuestro futuro y el de las futuras generaciones. Es necesario empezar a construir las alternativas a la política de dependencia que exige la Unión.
El Gobierno del Estado debe presentar a finales de abril un memorando en el que explique las reformas a realizar para acceder a esos fondos. Y en años sucesivos también deberá cumplir una serie de requisitos. ELA ha instado a los partidos vascos a hacer frente al programa de austeridad, a no legitimar el recorte de las pensiones y a exigir la derogación de la reforma laboral. Si el Gobierno español responde negativamente, eso debería tener consecuencias.
Queremos recordar que en la reforma laboral no sólo están en juego las condiciones laborales de todos los trabajadores y trabajadoras del Estado, sino también la capacidad del sindicalismo vasco para representar a quienes le han otorgado la mayoría de la representación. Por eso, no es coherente reivindicar el derecho a decidir y mirar para otro lado cuando con la estatalización de la negociación colectiva se viola la voluntad democrática de los trabajadores expresada en las elecciones sindicales.
ELA ha lamentado que los principales instrumentos de Estado que tenemos en Euskal Herria no se utilizan de forma adecuada ni suficientemente, como es el caso del Concierto Económico (en la CAPV) y del Convenio Económico (en Navarra). La aceptación acrítica de los postulados neoliberales coincide con la infravaloración de las posibilidades que ofrece nuestra autonomía fiscal. Sorprende que se dé prioridad a los fondos condicionados y a la emisión de deuda, al tiempo que se dice que los instrumentos fiscales no son suficientes. Peor aún es que este razonamiento sea aceptado acríticamente por los partidos de izquierda vascos.
Estas profundas discrepancias con los principales agentes políticos de nuestro país no es óbice para sumarnos al gesto compartido que exige una fiesta como el Aberri Eguna. En este sentido, hacemos nuestra la iniciativa puesta en marcha por Euskal Herria Batera. Pero, en consonancia con este gesto, no renunciamos a una concepción del nacionalismo tan legítima como la que tienen otros agentes y que, a juicio de ELA, debe estar ligada a la igualdad, a la solidaridad y a la justicia social. Por eso, queremos tener presente en este día a todas las mujeres y todos los hombres que están luchando: en defensa del empleo, de los derechos socioeconómicos, de los diferentes ámbitos de los cuidados, de lo público, de la cultura, de la igualdad de género, de la lengua y de las libertades. Esos son precisamente los que están encarnando en el día a día los valores que queremos y tenemos para construir la nación plenamente soberana que queremos.
Gora Euskal Herria askatuta!