Amplio seguimiento de la jornada de huelga en el sector de la Ayuda a Domicilio de Bizkaia

Las auxiliares domiciliarias han retomado las movilizaciones tras 27 días de huelga el pasado curso y una decena de paros el anterior, sin que patronales ni instituciones hayan variado su actitud antinegociadora hasta el momento.
Las trabajadoras reclaman subidas salariales tras 7 años de congelación, medidas en seguridad y salud, inexistentes hoy, y poner límites a la flexibilidad de las jornadas, que impide la conciliación de la vida personal y laboral.
La reivindicación de estas trabajadoras no se limita, sin embargo, a mejoras laborales, sino a la propia defensa del servicio. En una coyuntura de envejecimiento de la población el servicio debería fortalecerse, pero está ocurriendo lo contrario. Durante años se han estado disminuyendo las horas de servicio: atienden a personas con mayores necesidades en menos tiempo y sin recursos técnicos, en la mayoría de los casos. Son recortes camuflados, que suponen un deterioro del servicio que se presta a las personas dependientes y que, en última instancia, pretenden devolver al ámbito privado los cuidados.
ELA denuncia, asimismo, la actitud de los ayuntamiento en el conflicto, ayuntamientos garantes del servicio y que han optado por mantenerse al margen a pesar de las reuniones mantenidas, interpelaciones y mociones. Mociones, por cierto, aprobadas e incumplidas en los principales ayuntamientos vizcaínos. Al parecer, subcontratar la Ayuda a Domicilio supone desentenderse de la misma.
En esta coyuntura, las trabajadoras han vuelto a demostrar en la calle que no se conforman con ver mermar sus condiciones laborales y la calidad del servicio, y adelantan que mientras no haya contenidos dignos sobre la mesa continuarán con las movilizaciones.