Biocruces y Osakidetza han engañado a las trabajadoras del ente público en los ensayos de la vacuna CureVac contra la COVID-19

A principios de febrero del año 2021, Biocruces Bizkaia inició el Ensayo Clínico Internacional que probaría la efectividad y seguridad de la vacuna contra el COVID-19, promovida por la Farmacéutica alemana CureVac. Este proyecto contemplaba la vacunación diaria de aproximadamente 50 personas. Estas vacunas tenían que ser suministradas por personal sanitario. Este personal fue puesto a disposición de dicho ensayo por Osakidetza, con la plantilla de enfermería del Servicio Público Vasco de Salud.
El proceso para acceder a suministrar las vacunas fue voluntario; y es que se hizo un llamamiento público a sus trabajadoras y trabajadores para que participaran en este proceso de vacunación.
La realidad que se esconde detrás de este ensayo clínico es absolutamente opaca:
· Las voluntarias que decidieron participar en el ensayo, en ningún momento han tenido firmadas las condiciones en las que iban a prestar los servicios.
· Las voluntarias que decidieron participar en el ensayo, en ningún momento han sabido qué remuneración iban a tener por realizar el trabajo de vacunación.
· Si bien en un inicio se les dijo que las condiciones laborales, concretamente el horario y la cartelera, iban a ser una, la realidad ha sido totalmente diferente, y han visto como han tenido que vacunar en horarios que no eran los acordados desde el inicio.
· Las trabajadoras que han participado en la vacunación, no han recibido remuneración alguna por los servicios prestados.
Como ya ha denunciado ELA en más ocasiones, el proceso de vacunación está siendo un absoluto desastre y se está gestionando de una manera absolutamente opaca. La situación de explotación en la que han tenido que participar estas profesionales en el ensayo antes mencionado no es sino un ejemplo más de la nefasta gestión que se está llevando a cabo desde el Departamento de Salud del Gobierno Vasco.