LEY DE VIVIENDA

El acuerdo entre el Gobierno español, EH Bildu y ERC no soluciona el problema de la vivienda

18/04/2023
ELA considera que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno español y EH Bildu y ERC propone medidas insuficientes para hacer frente a los altos precios de la vivienda en alquiler, a la subida de las hipotecas o a la falta de vivienda pública en alquiler. El sindicato considera positivo limitar las subidas del precio del alquiler -el acuerdo plantea limitar la subida un 2% en 2023, un 3% en 2024; y crear un índice que limite la subida a partir de 2025-, pero recuerda que el problema principal es que los precios parten de unos niveles desorbitados: 1.000 euros de media de alquiler en la CAPV, según el último dato de la desaparecida estadística de Oferta Inmobiliaria del Gobierno Vasco. “Limitar la subida no revierte los actuales precios abusivos de los alquileres: ni se congelan, ni mucho menos van a disminuir”, subraya. ELA considera “preocupante” que la izquierda, especialmente EH Bildu, haya acordado una ley siendo consciente de lo limitado de lo acordado (“es un pequeño paso” ha señalado su portavoz Mertxe Aizpurua) y del poco impacto que tendrá en Hego Euskal Herria. También destaca la postura del PNV, “que no está dispuesto siquiera a aceptar las pequeñas mejoras que supone este proyecto de Ley. “El PNV no se atreve a decir que ve la vivienda como un negocio, no un derecho, y alude a invasión de competencias cuando sólo se habilita a las Comunidades Autónomas a adoptar ciertas medidas o cuando se trata de poner un límite al incremento del precio de los alquileres, algo que parece disgustarle”.

El sindicato considera imprescindible incorporar en la ley medidas urgentes para que el derecho a acceder a una vivienda en alquiler social esté garantizado por las instituciones y para aplicar una reducción real de los precios de alquiler, no solo en las “zonas tensionadas”, sino en todos los municipios y ciudades, así como movilizar el parque de viviendas vacías y potenciar el alquiler social para favorecer así el acceso a una vivienda digna a la clase trabajadora. Cabe recordar que la competencia en materia de vivienda está en manos de las CCAA, por lo que depende de la voluntad de estas aplicar dicha ley o no.

Además, la limitación de los precios de alquiler se aplicaría solamente en las denominadas zonas tensionadas, es decir, zonas en las que los precios del alquiler han sufrido importantes incrementos en los últimos años. Como novedad, el acuerdo recoge que dentro de estas zonas se podrán limitar los precios tanto a los grandes tenedores, como a los pequeños. ELA sostiene que los límites a los alquileres no sólo se deben establecer en las zonas tensionadas, sino en todos los alquileres. Recuerda, a su vez, que dependerá de las comunidades autónomas establecer las denominadas “zonas tensionadas”,

Además, serán las CCAA las que establezcan cuántas propiedades deben estar en manos de los propietarios para considerarlos grandes tenedores. El anteproyecto establecía que debían ser diez viviendas, pero el nuevo acuerdo permite reducirlas a cinco. La ley habilita al Gobierno Vasco y al Gobierno de Navarra a tomar medidas en esta dirección. En el caso de la CAPV, parece poco probable que el Gobierno Vasco vaya a aplicar esta ley y, en el caso de Navarra, el año pasado se aprobó una ley muy parecida a la que se pretende aprobar, y que ELA ya calificó de insuficiente.

ELA teme que la nueva ley también pueda tener ciertas consecuencias perversas en el ámbito del alquiler. Por ejemplo, si se realizan mejoras en la vivienda (por pequeñas que sean), se podrá aumentar el precio hasta un 10%. Asimismo, el proyecto permite continuar con los alquileres de temporada: es posible alquilar la vivienda para unos pocos meses, “aumentando los precios sin límite y echando al inquilino después”. Por último, la ley no permite superar el precio del anterior contrato. “Sin embargo, la redacción de la ley incentiva que se expulse a los inquilinos, ya que los nuevos inquilinos tendrían muy difícil saber cuál era el precio del anterior contrato”, lamenta.

El sindicato explica que, tal y como establecía el anteproyecto, aquellos propietarios que decidan disminuir el precio del alquiler tendrán bonificaciones en la tributación del IRPF, “algo favorecerá los rentistas que se lucran con el negocio del arrendamiento de viviendas”.

ELA valora positivamente algunos de los aspectos del acuerdo, como por ejemplo, que sean los propietarios los que se hagan cargo de los honorarios que cobran las inmobiliarias por su servicio, y no los inquilinos, tal y como ocurre ahora. En lo que respecta a los desahucios, se prohíben aquellos que no tienen fecha ni hora y se incluyen prórrogas en los procedimientos de lanzamiento. Sin embargo, considera que debería haber sido más ambicioso en este aspecto, prohibiendo los desahucios de familias vulnerables sin una alternativa habitacional u obligando a los grandes tenedores a ofrecer un alquiler social a familias vulnerables antes de proceder a un lanzamiento.

“En resumen, se trata de una ley que no va a cambiar el modelo de las políticas de vivienda, siempre dependientes de los lobbyes de la construcción y financiero, y dentro de la lógica de mercado. El acceso a la vivienda es un derecho, pero esta ley no lo hará, ni mucho menos, efectivo”, concluye.