El comité de Newell Iberia (Hofesa) denuncia que la empresa no tiene problemas económicos que justifiquen su cierre

02/05/2004

El Comité de Empresa de NEWELL IBERIA S.A. (más conocida como HOFESA), tras la comunicación de la dirección de la empresa del cese de la actividad en la planta de Gasteiz, quiere trasladar a la opinión publica, su oposición total a la desaparición de los 110 puestos de trabajo que tiene en la actualidad la planta.

Asimismo, manifestamos que, la situación económica por la que atraviesa la empresa en la actualidad, tras la salida de 142 personas en los últimos años, no permite el cierre de la planta.

Desde aquí planteamos varios datos:

1º.- La empresa obtuvo un beneficio de 1 millón de euros. En el año 2003.
2º.- Aparte de dicho beneficio, la multinacional se ha cobrado 3'5 millones de euros. cada año, provenientes de la planta de Gasteiz.
3º.- Esto ha supuesto que la fábrica de Gasteiz, haya generado más de 5 millones de euros, para la multinacional en el año 2003.
4º.- En los últimos años, ha vendido los terrenos adyacentes a la propia factoría, por los que, haciendo una estimación a precio de mercado, ha ingresado más de 12 millones de euros.
5º.- La sinrazón alcanza su grado máximo al comprobarse que la marcha de la empresa este año tiende a mejorar estos resultados, habiendo estado trabajando desde principio de año más de 60 personas contratadas vía ETT.

Por todo ello, éste Comité de Empresa, quiere concluir esta primera aparición pública, subrayando que la multinacional NEWELL nunca ha pensado en la actividad de la planta de Gasteiz como inversión industrial, ya que, desde la adquisición lo único que ha hecho ha sido descapitalizarla sin hacer ningún tipo de inversión. El Comité de Empresa lleva denunciando varios años este proceso.

Asimismo exigimos la implicación de todas y cada una de las Instituciones competentes, para que defiendan la continuidad de la actividad productiva de una factoría que lleva instalada en Gasteiz casi medio siglo, con muchos trabajadores que superan los 30 años de antigüedad en la misma, cuyo perfil es mayoritariamente femenino y con edades entorno a 50 años, con la dificultad que ello conlleva para reengancharse en el mercado laboral.

Exigimos además, que dicha implicación continúe hasta que este tipo de practicas de las multinacionales de "exprimir la naranja y después tirar la cáscara" termine, ya que debería salir muy caro el comprar, descapitalizar, desinvertir, despedir y cerrar empresas. Las instituciones deberían velar por ello.