El diálogo social es un freno para dignificar el salario mínimo y los derechos laborales y sociales

23/01/2020
Mikel Noval, responsable de política social de ELA, denuncia que el acuerdo alcanzado por el Gobierno español, la patronal y CCOO y UGT sobre el Salario Mínimo Interprofesional “establece una subida muy escasa, quedando lejos de las expectativas generadas tras el incremento que tuvo en 2019 y de las promesas de llegar a 1.000 euros en 2020”.

Noval afirma que “se confirma la lectura que hicimos del acuerdo programático alcanzado entre PSOE y Unidas Podemos, que renunciaba a dignificar la cuantía del Salario Mínimo, dejando el mismo en manos del diálogo social, lo que, en la práctica, significa dar derecho a veto a la patronal”.

Señala que, en contra de lo que nos quieren hacer ver, “la recuperación del diálogo social es una muy mala noticia para la clase trabajadora. Ese diálogo en el estado español es un instrumento que se viene utilizando para recortar los derechos laborales y sociales (como en los acuerdos para recortar las pensiones) o, como en este caso, para frenar los necesarios avances laborales y sociales”.

ELA considera que dejar el salario mínimo en 950 euros “está muy lejos de la demanda que hacemos en la huelga general del 30 de enero, que exige un salario mínimo de 1.200 euros. La escasa subida aprobada en Madrid nos da la razón cuando decimos que sin presión y movilización social no vamos a conseguir nada”.

Recuerda que “en esta huelga los sindicatos que participamos en la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria hemos interpelado a la patronal de la CAPV y Navarra para poner en marcha la negociación de un Acuerdo Interprofesional que fije el salario mínimo en nuestro territorio en 1.200 euros. Lo decidido en Madrid nos ratifica en la necesidad de la huelga”.

Asimismo, rechaza “las voces de quienes, como ha hecho el Consejero de Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, exigen contener la subida del SMI alegando que es mala para la creación de empleo. Lo ocurrido en 2019 demuestra que subir el SMI no perjudica el empleo, sino todo lo contrario, y además tiene efectos positivos en la recaudación de las haciendas y la seguridad social”.

Por último, Noval denuncia que la decisión sobre el salario mínimo se haya tomado sin dar ninguna participación formal al sindicalismo vasco o galego, lo cual supone incluso un retroceso respecto a ejecutivos anteriores. Además ha indicado que no se dice nada sobre la eliminación del IPREM, que es un índice que debería desaparecer para que la única referencia sea el SMI.