MANIFIESTO DE BARCELONA

ELA, CIG e Intersindical catalana abogan por unir fuerzas en el sindicalismo de confrontación para avanzar en derechos sociales y nacionales

14/11/2024
Los secretarios generales de ELA (Mitxel Lakuntza), CIG (Paulo Carril) e Intersindical catalana (Sergi Perelló) han presentado Barcelona un manifiesto conjunto en el que los tres sindicatos refuerzan su alianza como principales representantes de la clase trabajadora en las naciones sin Estado. En dicho documento alertan sobre “la ofensiva reaccionaria y recentralizadora que ya está afectando a la cohesión social, y que podría hacer retroceder los derechos sociales y la provisión de servicios públicos. Esta ofensiva, que criminaliza la movilización social y sindical, está acompañada de discursos de odio dirigidos a los colectivos vulnerabilizados: personas empobrecidas, mujeres, migrantes, personas LGTBI, y los pueblos que formamos parte del Estado español con lenguas y culturas propias”.

DECLARACIÓN DE BARCELONA

Asimismo, ELA, CIG e Intersindical alertan sobre “el avance de ideologías de extrema derecha a nivel global, que además de amenazar los derechos de los y las trabajadoras, promueven una agenda bélica que perpetúa la explotación y control geopolítico de los pueblos”. Las tres organizaciones coinciden en denunciar “un sesgo ideológico en los poderes del Estado, especialmente en la judicatura, las fuerzas de seguridad y una parte importante de los medios de comunicación, que defienden un sistema unitario y uniforme que niega la realidad plurinacional del Estado y el derecho de autodeterminación”.

Mitxel Lakuntza, por su parte, subrayó que “el debate de la reducción de jornada en Madrid ha evidenciado una vez más el fracaso y la farsa del mal llamado diálogo social. El veto y el poder que UGT y CCOO otorgan a la patronal hace inviable cualquier mejora de entidad para la clase trabajadora”. En este sentido, el secretario general de ELA ha emplazado a estos dos sindicatos a realizar “una reflexión honesta para reconocer que esas mesas son una via muerta para el sindicalismo”. Por otro lado ha exigido al gobierno de Sanchez y a los partidos de izquierda y soberanistas que impulsen “una ley para que en los diferentes territorios se puedan establecer marcos competenciales para fijar, por ejemplo, la jornada y el salario minimo. En definitiva -concluyó-, el dialogo social y la centralización en materia laboral empeoran las consecuencias laborales de la clase trabajadora en nuestros países”.

Por otro lado, y dentro de un documento más extenso, adquieren especial importancia los compromisos que Mitxel Lakuntza, Paulo Carril y Sergi Perelló han adoptado hoy en Barcelona:

1. Defensa de las condiciones de vida y trabajo de la clase trabajadora: Nos comprometemos a situar la mejora de las condiciones laborales en el centro de la estrategia del sindicalismo nacional y de clase de nuestros países. Consideramos que la defensa de unas condiciones de vida y trabajo dignas es una herramienta clave para combatir el auge del fascismo y del odio. Solo así, a través de un sindicalismo que confronte la explotación y la precarización laboral, podremos garantizar una sociedad más justa y democrática. Por ello, rechazamos las reformas laborales que perpetúan la explotación, los recortes en pensiones y las políticas de recortes como única salida a la crisis. Apostamos por un reparto justo de la riqueza, salarios dignos, reducción de la jornada laboral y un sistema público de cuidados.

2. Derechos lingüísticos en el trabajo: Lucharemos para que se respeten y promuevan los derechos lingüísticos de los trabajadores y trabajadoras en sus centros de trabajo. Queremos vivir y trabajar con los mismos derechos lingüísticos que cualquier otra comunidad lingüística; con el pleno reconocimiento de nuestras lenguas (gallego, catalán y euskera) como lenguas de vida y de trabajo. Los derechos lingüísticos también son derechos laborales y son fundamentales para nuestra identidad cultural y nacional.

3. Autodeterminación y marcos propios de protección social y laboral: Como sindicatos soberanistas, reafirmamos nuestra defensa del derecho de autodeterminación de nuestros pueblos. Los marcos políticos y jurídicos impuestos por el Estado español son un obstáculo para desarrollar políticas laborales y sociales que respondan a nuestras necesidades y aspiraciones. Defendemos el establecimiento de marcos propios de relaciones laborales y protección social, así como la obtención de competencias plenas en trabajo, empleo y políticas sociales, para adaptar nuestras legislaciones a nuestras realidades.

4. Fortalecimiento del sindicalismo de transformación y rechazo al denominado “diálogo social”: Rechazamos el “diálogo social” como un instrumento de contención para la clase trabajadora, que ha servido a los intereses de las élites económicas y políticas en perjuicio de los derechos laborales. Este mecanismo se ha convertido en una herramienta de legitimación de las políticas neoliberales y de desmovilización de los sectores más combativos. Defendemos un sindicalismo de confrontación, comprometido con la movilización y la lucha, y que no acepte los límites impuestos por las élites.

5. Unidad de acción sindical: Profundizaremos en la colaboración entre los sindicatos nacionales y de clase, siempre respetando nuestra independencia orgánica. Queremos fortalecernos mutuamente para enfrentar conjuntamente los retos de un contexto de crisis múltiple —económica, social y ecológica—, y avanzar hacia un mundo más justo socialmente, donde todos los pueblos sean reconocidos en pie de igualdad”.