ELA considera ineficaz el Plan Estratégico de Seguridad y Salud aprobado por el gobierno español

02/07/2007
El gobierno español aprobó el pasado 29 de junio la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2007-2012. En el borrador previo de 22 de mayo de 2007, se reconoce explícitamente lo preocupante de la situación en materia de seguridad y salud: “Los índices de siniestralidad siguen siendo humanamente intolerables, políticamente inaceptables e incluso económicamente insostenibles, situados a unos niveles muy alejados del nivel europeo”.

Por el contrario, el texto final aprobado señala que “la actividad desplegada por los poderes públicos y sujetos privados no se ha visto respaldada por los índices de siniestralidad laboral existentes, pese a existir en los últimos años una tendencia afianzada de ligera disminución de los índices de incidencia de los accidentes de trabajo, los niveles no son acordes con un mercado de trabajo que apuesta por más y mejor empleo.”

Las razones de la modificación son evidentes. El alcance de las medidas que se proponen para resolver la situación en esta Estrategia, no va en parangón con la gravedad de del escenario que se decanta día a día. Las causas de la siniestralidad están claras. La patronal antepone los beneficios económicos a garantizar la seguridad y salud laboral; impone ritmos de trabajo abusivos; no garantiza medidas eficaces de seguridad, y exprime la temporalidad y la subcontratación. De otro lado, la administración actúa con total pasividad frente a esta situación.

ELA critica que en este plan no se dibujen políticas activas de inspección y control en las empresas, aunque se quiera adornar el texto con una vaga referencia a la equiparación del número de inspectores a nivel europeo. Se crea, en este apartado, la figura del agente sectorial. Una figura estéril, vacía, ineficaz, fruto de un modelo de diálogo social que no servirá para mejorar las condiciones de seguridad y salud en las empresas sino para financiar determinadas estructuras sindicales.

No se aborda, conscientemente, la problemática existente respecto de las Enfermedades Profesionales, problemática que necesita de medidas urgentes para paliar esta realidad oculta. Los objetivos de reducción de la siniestralidad y mejora de la seguridad y salud quedan en mera declaración genérica si no abordan el tratamiento de las Enfermedades Profesionales.

En otro orden de cosas, en opinión de ELA, las actuaciones que se proponen son insuficientes, genéricas e inconcretas; ni siquiera se detalla la dotación humana, técnica y económica con la que contará cada una de ellas. Todo se resume en concienciación, sensibilización, información, formación e investigación.

Las empresas no sólo seguirán actuando impunemente, sino que la administración les premiará con ayudas económicas, bonificaciones y reducciones en las cotizaciones por cumplir la ley. En definitiva, un plan ineficaz que sigue sin abordar las causas estructurales de la siniestralidad.