industria navarra
ELA exige la implicación del Gobierno de Navarra para garantizar una industria sostenible y con empleo de calidad

En Navarra es imprescindible una transformación de la industria que haga frente a los problemas actuales: excesiva dependencia de las multinacionales extranjeras, un consumo excesivo de energía y materiales finitos, y un modelo de competencia basado en la precarización.
La avaricia desmesurada de las empresas es la principal responsable de la situación de indefensión que están sufriendo miles de trabajadores y trabajadoras navarras (la propia BSH ha ganado 263 millones de euros en los últimos cinco años). Son muchas las plantillas amenazadas en Navarra (Nano, Sunsundegui, Gamesa...), y otras muchas empresas con beneficios que están aprovechándose de la situación de incertidumbre para intentar empeorar las condiciones laborales. ELA se reafirma en su compromiso de defender los puestos de trabajo para lo que es necesario, además de movilizar a la sociedad, impulsar huelgas en los centros de trabajo.
Pero esta situación también está ocasionada por las diferentes reformas laborales que se han aprobado desde 2010. Consecuencia de esas reformas se multiplicaron las opciones de que las empresas con beneficios pudiesen despedir, se eliminó el control administrativo de los despidos colectivos y se abarataron las indemnizaciones por despidos. Desde el sindicato ELA, más allá de las muestras de solidaridad que transmiten los partidos políticos, lo que queremos exigirles es que impulsen leyes que impidan estos abusos empresariales. Por esta razón, ELA considera que la manifestación del 16 de febrero debe interpelar a los partidos políticos para que deroguen las reformas laborales.
Sin embargo, hasta ahora la única propuesta del Gobierno de Navarra parece ser una política industrial basada en que las empresas cada vez paguen menos impuestos. Solo desde ahí se explica las declaraciones de la Presidenta María Chivite presumiendo de que "5 de cada 6 empresas pagan menos impuestos en Navarra que en el resto del Estado". Tampoco la Ley de Industria que se ha puesto en marcha en el Parlamento de Navarra va a incluir ninguna medida que beneficie a las personas trabajadoras de la Industria. ELA fue el único sindicato que no participó en el foro que se creó para impulsar esa ley, con la convicción de que participar en ese foro vacío de contenido solo iba a servir para que el Gobierno dijese que la elaboración de la ley había sido participativa.
Desde el sindicato consideramos necesaria la creación de un fondo para impulsar la transformación de la industria, la intervención pública de sectores estratégicos y la formación de una banca pública para impulsar la política industrial. La transición ecosocial debe dirigirse a fomentar actividades vinculadas con el cuidado de las personas y medioambientalmente sostenibles. En ese sentido, se da la circunstancia de que la mayoría de empresas que a día de hoy están amenazando con despidos están vinculadas con este tipo de actividades (energía eólica, transporte de viajeros, producción de electrodomésticos...), lo que exige una intervención directa del Gobierno de Navarra en defensa de esos puestos de trabajo.