TRANSICIÓN ECOSOCIAL
ELA incluirá 5 reivindicaciones en la negociación de convenios para avanzar hacia la transición ecosocial
PROPUESTA DE ELA PARA LA TRANSICIÓN ECOSOCIAL JUSTA
En las jornadas, que están teniendo lugar en Zabalgana (Gasteiz), se han abordado de forma específica las cinco reivindicaciones concretas que serán incluidas en las tablas reivindicativas de la negociación colectiva allá donde ELA tenga representación. Estas reivindicaciones son fruto de un proceso interno en el que han participado casi 200 personas del sindicato, y han sido ratificadas en el Comité Nacional de ELA.
Dichas reivindicaciones son:
- Exigir información a las empresas: datos de los últimos 5 años sobre emisiones de gases de efecto invernadero; tipo, cantidad y tratamiento al que se han sometido los residuos; consumo de energía fósil, energía renovable y agua, y Autorización Ambiental Integrada (AAI) y los informes anuales sobre su cumplimiento.
- Exigir planes de mejora en emisiones, residuos, utilización de energías fósiles, energías renovables y consumo de agua, para valorar los planes de las empresas y exigir objetivos más ambiciosos.
- Exigir planes de movilidad a nivel de empresa, polígono o comarca, para utilizar transporte colectivo, reducir los desplazamientos, y asunción del coste por las empresas (o por las administraciones, en el caso de aumento del transporte público).
- Exigir compra responsable “verde” y local.
- Exigir la soberanía alimentaria en los comedores de los centros de trabajo.
Además se debe eliminar envases de un solo uso y hacer una recogida separada del 100% de los residuos. Las empresas y los municipios deberán facilitar la recogida selectiva, poniendo contenedores suficientes y cercanos.
Mitxel Lakuntza señala que “estos objetivos precisan políticas públicas concretas, inversiones y reformas estructurales, pero analizando los presupuestos y las medidas políticas tomadas hasta ahora queda claro que ni el Gobierno Vasco, ni el de Navarra tienen un plan”. De hecho, señaló que “muchas de esas medidas acaban impulsando todo lo contrario a una transición ecosocial justa”. Lakuntza citó, por ejemplo, la relocalización de la economía (“donde no hay ningún avance”) o las energías renovables: “No se apuesta por fomentar un sistema de energía público”. En cuanto a la Ley de Transición Energética y Cambio Climático aprobada en la CAPV, el secretario general de ELA consideró que “carece de objetivos claros, metas concretas y mecanismos detallados para reducir las emisiones, por ejemplo”.
Más empleo y de más calidad
La crisis ecológica va a implicar un cambio del modelo de producción, movilidad y consumo, y ELA exige que en ese nuevo modelo se primen los intereses de la clase trabajadora y de las mayorías sociales. Hay que dar una salida justa: transformación de la actividad de la empresa, recolocación y garantía de ingresos dignos.
El impacto de los cambios que se van a producir va a ser diferente por sectores: hay actividades que no son aceptables (como la industria armamentística o la especulación) y deben desaparecer; otras actividades deben dejar de realizarse (como la producción de energías fósiles); hay actividades que van a tener que reducirse o transformarse (automoción, siderurgia…). El potencial de creación de empleo de algunos sectores está fuera de toda duda: energías renovables, rehabilitación de edificios, agroecología, pesca y gestión forestal sostenibles, desarrollo de transporte público, reducción del consumo de materiales y residuos, reutilización de bienes, gestión adecuada de los residuos…
La tabla reivindicativa presentada es parte de un proceso más amplio que ELA viene realizando para plantear una transición ecosocial integral y coherente. Así, el documento presentado recupera la propuesta global presentada hace unos meses donde se concluía que la economía de Hego Euskal Herria es dependiente de la energía fósil, y de ingentes cantidades de materiales importados. Frente a ello, se proponían diversas medidas, como reducir el consumo de materiales y energía, con justicia global; publificar el sector energético desarrollando energías renovables y frenando la producción de energías fósiles; relocalizar la economía; transformar el sistema de transporte (la electrificación no será suficiente); reducir la movilidad de mercancías y de personas, basándose en el transporte público colectivo; desarrollar la soberanía alimentaria, la agroecología y la silvicultura sostenible; reorganizar la economía, poniendo en el centro los cuidados, y el reparto de los trabajos de cuidado feminizados; reparto de la riqueza y reducción de la jornada sin reducción de salario (35 horas como primer paso hacia las 32), y el desarrollo de los servicios básicos.