ELA, SATSE y SME llaman a la huelga general en la sanidad pública el 8 de abril
El próximo 8 de abril Osakidetza irá a una huelga general convocada por los sindicatos ELA (con un 44% de representatividad en el sector de la Sanidad), SATSE (19,11%) y SME (15,5%). Esta huelga tienen como objetivo la negociación y mejora de las condiciones de trabajo en Osakidetza al tiempo que denunciamos la nefasta política sobre negociación colectiva que en los últimos años ha mantenido Osakidetza, y que ha sido dirigida desde el Departamento de Sanidad. El apoyo recabado en las anteriores jornadas de huelga ha sido muy importante y podemos cifrarlo en un 75,83% en la Atención Primaria y en un 65,12% en el ámbito hospitalario. Este es el aval que nos legitima para llamar de nuevo a los y las trabajadoras de la sanidad pública vasca a esta nueva jornada de huelga general en el sector.
A lo largo de todo este conflicto hemos denunciado que el deterioro en las condiciones de trabajo tiene su reflejo en la calidad de la sanidad. Este deterioro producido en los últimos años, ha venido propiciado por la puesta en marcha de unas políticas que tienen como único objetivo la búsqueda de la "eficiencia" , políticas que, a su vez, han propiciado un cambio en la filosofía de la gestión sanitaria en la que se desplaza al "paciente" por la "atención al cliente". Datos hechos públicos recientemente por el Eustat avalan nuestros planteamientos. Así, podemos decir que:
- La CAPV es el ámbito en el que menos inversión se dedica a la sanidad, si lo comparamos con los países del entorno. (Porcentaje de dedicación del PIB al gasto público sanitario en 2002: CAPV: 4,3%, Nafarroa: 49%, Grecia: 5,03% o el Estado Español: 5,43%).
- La evolución del gasto público en sanidad en la CAPV de 1995 a 2005, en porcentajes de dedicación del PIB, nos indica que ha habido un descenso de 0,2 %. Del 4,5% de 1995 se ha pasado al 4,3% de 2005. Esta diferencia supone que para mantener el mismo porcentaje de dedicación del PIB en el 2005 habría que invertir 107 millones de euros más.
- Esta reducción de la dedicación al gasto público sanitario por parte del Gobierno Vasco se ve reflejada en el recorte de medios humanos y materiales. Así, mientras en 1994 los gastos de personal en el sector hospitalario se llevaban el 2,05% del PIB, éstos se reducen a un 1,7% en 2002. Por otro lado, en el ámbito extrahospitalario (Atención Primaria) la reducción en la dedicación de los gastos de personal va de un 0,790% en 1994 a un 0,59% en 2003. Para mantener en la actualidad, el mismo nivel de dedicación para el capítulo de personal, que en 1994, se tendrían que dedicar 159 millones de euros en el ámbito hospitalario y 84,86 millones de euros en el ámbito extrahospitalario.
- En estas condiciones de falta de dedicación presupuestaria, las cargas de trabajo se han incrementado significativamente (datos Memoria 2003 Osakidetza).
- En un periodo de análisis que comprende de 1994 a 2002:
- En el ámbito hospitalario:
- El número de camas ha descendido en un 9,6%
- Las consultas externas se han incrementado en un: 24,9%
- Las urgencias se han incrementado en un: 36,7%
- Las intervenciones se han incrementado: 26,5%
- En el ámbito de la Atención Primaria:
- El número total de consultas se ha incrementado: 7,2%
- El número de consultas de medicina general: 8,6%
- El número de consultas de pediatría: 11,2%
La plantilla, con una edad media de 50 años, no es la suficiente para absorber las cargas de trabajo que se plantean, con lo que es imposible dar una atención de calidad. Y mientras tanto, las listas de espera siguen creciendo y alargándose en el tiempo.
Según los datos oficiales, esta es la situación en la que se encuentra el sector sanitario, y nuestra respuesta, en forma de huelga general, va dirigida a sus responsables políticos, el actual Consejero de Sanidad, Gabriel Inclán y el Gobierno al que pertenece. Ellos son los únicos responsables del deterioro de la sanidad y de nuestras condiciones de trabajo. La ausencia de voluntad política para invertir más en Sanidad, ha sido la causa de los recortes presupuestarios, la optimización y eficiencia radical de los recursos y de los cuatro años transcurridos sin acuerdo de regulación de condiciones de trabajo. Las consecuencias de esta falta de voluntad política saltan a la vista: deterioro de las condiciones de trabajo y descenso de la calidad de la atención.
El pretendido Acuerdo de Regulación de las condiciones de trabajo del Personal de Osakidetza, suscrito el pasado 23 de febrero de 2005 por el Ente Público Osakidetza y por las centrales sindicales LAB (21,3% de representatividad en el sector de sanidad), UGT y CCOO ( ambos con una representatividad en el sector de sanidad inferior al 10%, y presentes en la Mesa Sectorial por irradiación en virtud de su condición de sindicato mas representativo a nivel estatal), se produce en medio de un calendario de movilizaciones que con fecha 4 de febrero convocamos quienes ostentamos una amplia mayoría de la representación sindical, (78,61% de la Mesa de Sanidad).
La firma en minoría pretende cerrar en falso cuatro años de vacío negociador y es un grave error . No da respuesta a materias como el desarrollo de puestos funcionales (valoración de puestos). O da respuestas parciales e insuficientes a materias como la carrera profesional, el abono de antigüedad, rejuvenecimiento de plantillas, jubilación anticipada, condiciones de la Atención Primaria, guardias o política de contratación, subcontratación, privatización y externalizaciones del servicio sanitario. Además supone una infracción de dos derechos fundamentales, el de libertad sindical y el derecho de huelga.
ELA, SATSE y SME con esta huelga no damos por cerrada ni la negociación ni el conflicto de la sanidad. Nuestras reivindicaciones, mientras no se aborden los problemas de fondo con interés para solucionarlos, siguen vigentes y nadie nos puede pedir que renunciemos a nuestra voluntad de mejorar nuestras condiciones de trabajo, y menos aún cuando la mejora de éstas deriva en la mejora de la calidad del sistema sanitario público. Este es un mensaje que dirigimos con toda claridad a los actuales responsables políticos de la sanidad vasca y a los responsables políticos que vayan a asumir este sector en el futuro. Estos últimos deben saber que llegan a un sector en conflicto y que en la medida en que no se sienten a negociar para abordar estos problemas, nosotros continuaremos con las movilizaciones.