Golpe a la precariedad #Landeia

El Parlamento de Navarra aprobó el 12 de abril con los votos de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN e Izquierda-Ezkerra la Ley de Contratos Públicos. Pablo Sánchez, responsable de ELA-Zerbitzuak en Navarra, analiza una Ley que es fruto de años de lucha para dignificar las condiciones laborales en las empresas subcontratadas.
¿Qué valoración haces de la Ley de Contratos Públicos?
Muy positiva, le hemos dado un gran golpe a la precariedad. Es un logro histórico que va a mejorar tanto las condiciones de trabajo en las empresas subcontratadas como los servicios públicos. Llevamos años denunciando que la subcontratación es fuente de precariedad laboral. Ahora tenemos una herramienta muy valiosa para luchar contra la precariedad.
¿Qué aspectos destacarías?
La ley afecta a todas las personas que prestan servicios en las subcontratas de cualquier administración pública de Navarra, tanto Gobierno como ayuntamientos, mancomunidades... El número de sectores afectados es inmenso: limpieza de edificios, obra pública, limpieza viaria, jardinerías, instalaciones deportivas, programadores informáticos, transporte urbano, comedores escolares, escuelas infantiles… Es decir, afecta a miles de trabajadores y trabajadoras.
A partir de ahora la subrogación será obligatoria en todos los casos, aunque el convenio sectorial de aplicación no lo recoja. También es importante destacar que con la nueva ley se aplicará el convenio más favorable para las plantillas, ya sea a través de mejoras personales o de mejoras recogidas en convenios de empresa o de centro de trabajo, estando los convenios en vigencia o en ultraactividad.
La ley también establece la obligación de mantener unas plantillas mínimas, un número de jornadas garantizadas y las sustituciones de las ausencias. Esto es muy importante, porque es una garantía del mantenimiento del empleo y porque condiciona las cargas de trabajo de las personas subcontratadas.
El camino ha sido la largo, pero me imagino que habrá merecido la pena…
Totalmente. Todo camino tiene su inicio, y en este caso ha sido la Iniciativa Legislativa Popular que ELA puso en marcha en solitario en 2014 y que fue avalada por la firma de 14.635 trabajadoras y trabajadores. Siempre hemos tenido claro que la dignificación de las condiciones de trabajo no se consiguen en mesas del diálogo social, sino organizando a la clase trabajadora.
Gracias a aquella ILP conseguimos garantizar la aplicación de los convenios sectoriales, evitando los convenios de empresa a la baja, y garantizando la subrogación en los contratos de concesión de servicios, aunque en el trámite parlamentario se modificó el texto de ELA para impedir que la subrogación se garantizase en todos los casos.
La ILP sirvió además para poner en el centro del debate las condiciones de trabajo en las subcontratas y la importancia de incorporar cláusulas sociales en la contratación pública, cuando apenas nadie hablaba de este tema. Las mejoras que conseguimos con nuestra ILP ha sido el suelo sobre el que se ha elaborado la nueva ley.
Ya tenemos una buena ley. Ahora habrá que estar pendiente de que se cumpla…
Así es. Todavía queda mucho por hacer. La aprobación de la Ley de Contratos Públicos no es un logro menor, pero no es el final de nada. Con la nueva ley nos garantizamos unas condiciones mínimas; ahora debemos defenderlas. La ley otorga a los sindicatos legitimidad para recurrir los pliegos, cosa que hasta ahora no ocurría, lo que nos va a dar una herramienta para velar por el cumplimiento de los avances que supone esta ley.
Es nuestra responsabilidad estar vigilantes para que se cumpla la ley y se incluyan las cláusulas sociales en todos los pliegos. Debemos exigir la implicación de las administraciones en la vigilancia de las condiciones de trabajo. No vamos a permitir que se siga haciendo negocio privado a costa de nuestras condiciones de trabajo.
Sin olvidar, por supuesto, que debemos seguir organizándonos en los centros de trabajo para conseguir buenos convenios y blindarnos frente a la reforma laboral. El sindicato tiene que ser el instrumento para que las plantillas se organicen con el objetivo de mejorar sus condiciones de trabajo.