Ibermática pretende despedir a 238 trabajadores/as que prestan sus servicios en Kutxabank

La plantilla de Ibermática se encuentra en huelga desde el pasado martes día 12 de Febrero, fecha desde la que llevan concentrándose ante las dependencias de la empresa y frente a diferentes sedes de Kutxabank.
Desde que se llevara a cabo el proceso de integración de las cajas vascas, Kutxabank está procediendo a un ajuste brutal de plantillas. En el año 2012, 260 empleos de contratación directa fueron destruídos. Ahora la entidad bancaria se ha propuesto iniciar una escalada de destrucción de empleos también en el personal subcontratado.
El sindicato ELA ya denunció en el mes de Diciembre el deterioro de las condiciones de trabajo que por decisión de Kutxabank se trataba de imponer a las trabajadoras de la limpieza; ahora, la entidad pretende destruir 238 nuevos puestos de trabajo de la plantilla Ibermática que presta sus servicios de informática.
La empresa Ibermática dice no poder ofrecer información en relación al futuro de estos trabajadores porque su cliente no le ha comunicado nada. El argumento esgrimido es cuanto menos, kafkiano ya que el cliente Kutxabank, es a su vez accionista del 47% de Ibermática. Desde ELA hemos solicitado una reunión con la Dirección de la entidad bancaria y a su vez accionista mayoritaria de la empresa Ibermática, con el fin de mostrar nuestra preocupación en relación a la deriva y destrucción de empleo y condiciones de trabajo que se está llevando a cabo en Kutxabank. Seguimos a la espera de una respuesta.
La entidad bancaria anuncia además la supresión de la mayor parte de su Obra social lo que sin duda va a conllevar más paro y más pobreza.
Desde ELA nos preguntamos si es ésta la nueva modalidad de Obra Social que pretende imponer Kutxabank a sus trabajadores y trabajadoras.
Exigimos a los partidos políticos que integran el Consejo de Administración de Kutxabank que se impliquen en la defensa del empleo y de las condiciones de trabajo.
ELA anima a los trabajadores y trabajadoras afectados a organizarse y a seguir movilizándose en defensa de sus condiciones de trabajo y de vida.