La división sexual del trabajo sella la precariedad

08/03/2016
Con motivo del Día Internacional de la Mujer ELA ha reunido a su militancia en Donostia, donde ha mantenido un encuentro con varios centenares de personas que, posteriormente han participado en una manifestación en el centro de la capital donostiarra. En el acto ha intervenido, junto a las responsables del área de igualdad de genero, Leire Txakartegi y Jone Bengoetxea, el secretario general Adolfo Muñoz "Txiki".

Leire Txakartegi ha denunciado que la precariedad en el trabajo afecta, sobre todo, a las mujeres." Las mujeres ya estábamos en crisis mucho antes del inicio de este periodo. Ya sufríamos precariedad y pobreza, ya que nuestra incorporación al empleo se dio en las actividades y en los sectores peor valorados, sin dejar de asumir los trabajos realizados en el ámbito privado", ha señalado.

En este sentido, ha sentenciado que "siendo el punto de partida de las mujeres peor que el de los hombres, los distintos ajustes y recortes que se han dado en nuestro país han tenido impactos más negativos en las mujeres. La brecha salarial entre hombres y mujeres ha crecido durante la crisis."

Por otra parte, ha defendido el trabajo en común entre los sindicatos y los movimientos feministas para luchar por la igualdad de género, al mismo tiempo que ha señalado que el sindicato tiene mucho que aprender de los conflictos que ha protagonizado en los últimos años y debe "facilitar que las delegadas y afiliadas hagan sus propios procesos de empoderamiento, individuales y colectivos".

En este sentido, Jone Bengoetxea ha señalado que "el feminismo complejiza y profundiza el análisis político y social. Saca a la luz todo lo que la política oficial no ve, incluso lo que la izquierda no ve. Por ello, cualquier proyecto político o actor social que busque la transformación social que no contemple la mirada feminista, se quedará a medio camino y con el foco a media luz".

Por su parte, Muñoz "Txiki" ha defendido la Iniciativa Legislativa Popular presentada por ELA en el Parlamento Vasco como una herramienta para hacer frente a la precariedad en la subcontratación en el seno de la administración que afecta, especialmente, a las mujeres.