Los inspectores denuncian que apenas ha habido controles en la campaña del bonito

Además, se han seleccionado los barcos que han llegado o descargado dentro de los horarios programados y en muchas ocasiones tampoco se han inspeccionado porque han llegado más tarde de lo previsto, por ejemplo. En consecuencia, este año no se ha detectado ninguna infracción (el 90% de las infracciones detectadas el año pasado se produjeron en buques desembarcados fuera de los horarios establecidos este año, especialmente los que utilizan flota pelágica de arrastre).
En este sentido, al sector pesquero le preocupa que no se controlen adecuadamente los barcos pelágicos de arrastre franceses e irlandeses que atracan en el País Vasco. Teniendo en cuenta las consecuencias medioambientales que acarrean y que se trata de mercados competidores, los controles son especialmente necesarios en este tipo de buques. Pero, se han quedado fuera de los horarios de control.
Asimismo, esta nueva organización de inspectores ha supuesto la pérdida de eficacia del servicio. De hecho, aunque aumenta el número de inspectores, las inspecciones no se realizan teniendo en cuenta los horarios de actividad de la flota. Además, también se ha visto afectada la coordinación con otros servicios que realizan labores de inspección pesquera. Especialmente grave es la dificultad de embarcar con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con el que el Ministerio tiene un acuerdo marco de colaboración.
Estas cifras son consecuencia directa de la aplicación de la Instrucción de Jornadas y Horarios que regula las programaciones de los Inspectores de Pesca. Esta instrucción, que entró en vigor en 2011, fue aprobada pese a que fue rechazada de plano por los inspectores y los sindicatos en la fase de negociación. De hecho, regula las jornadas de forma rígida, en lugar de gestionar el servicio en base a una disponibilidad que permite adaptarse a la actividad pesquera y sin escuchar la opinión de los inspectores.