Los pasillos de urgencias del Hospital de Cruces vuelven a llenarse
Ayer volvimos a toparnos con pacientes a los que se les osculta en los pasillos, incluso deben utilizar chatas y conejos delante de cualquier persona que pase por delante. Esta falta de intimidad también tiene consecuencias en la relación de confianza que debiera entablarse con las y los pacientes.
Esta situación viene repitiéndose ciclicamente y no está relacionado únicamente con situaciones de aumento de enfermedades infecciosas. Las urgencias de Cruces tienen un problema estructural y Osakidetza debe solucionar este problema.
El problema fundamental radica en la imposibilidad de tramitar los ingresos con agilidad. Por un lado, la falta de camas suficientes en el conjunto de Osakidetza provoca que hasta que no den de alta a pacientes anteriores no se puede realizar nuevos ingresos. Y, por otro lado, la falta de personal suficiente impide un traslado rápido, incluso cuando existen camas libres.
Esta atención precaria tiene consecuencias en la calidad de la asistencia y genera tensión entre pacientes y profesionales. ELA vuelve a exigir un estudio pormenorizado de este servicio y la habilitación de medios suficientes para realizar una atención de calidad.
Esta mala asistencia es consecuencia de la decisión de recortar gasto en un ámbito fundamental como es la Sanidad. Por ello, llamamos a la plantilla y a la sociedad, en general, a participar en la manifestación unitaria que vamos a realizar el 26 de junio en Bilbao en favor de nuestra Sanidad Pública.