HOSTELERÍA DE BIZKAIA

Maillot amarillo a la precariedad

12/07/2023
El seguimiento a la huelga convocada en la Hostelería de Bizkaia los días 29 y 30 de junio fue masiva

El 1 de julio comenzó en Bilbao el Tour de Francia, la carrera ciclista más importante del mundo. En total salieron 178 ciclistas que, en mayor o en menor medida, persiguen un mismo sueño: el maillot amarillo, prenda con la se distingue al líder en la clasificación general. Si hubiera una carrera ciclista para las patronales, sin duda la Asociación de Hostelería de Bizkaia sería una seria candidata al maillot amarillo. Alrededor de 22.000 personas trabajan en este sector en Bizkaia. Estos trabajadores y trabajadoras llevan desde el año 2020 sin renovar el convenio. No es difícil imaginar la brutal perdida de poder adquisitivo que supone este hecho; solo los dos últimos años, 2021 y 2022, la subida del IPC ha sido del 12,9%. Trabajadores y trabajadoras que han decidido aprovechar el tirón mediático del Tour para socializar la precariedad laboral.

Janire Ornes, responsable de hostelería en Bizkaia, recalca que el Tour ha multiplicado los problemas. “Vivimos en una precariedad constante. Acontecimientos como el Tour elevan estos problemas a la enésima potencia. Se alargan las jornadas; hay trabajadores y trabajadoras que trabajan sin contrato y, además, en una categoría que no les corresponde; se imponen modificaciones en el calendario de un día para otro… Estas situaciones las vivimos en nuestro día a día, pero ahora se multiplican”.

Negociación bloqueada

La negociación para renovar el convenio de hostelería está bloqueado por culpa de la patronal. “Llevamos desde febrero sin reunirnos, –denuncia Janire Ornés–. La última reunión de la mesa negociadora fue el 6 de febrero, y desde entonces no tenemos noticias de la patronal. Es evidente que cuanto más se tarde en renovar el convenio es peor para las y los trabajadores del sector, porque la pérdida del poder adquisitivo aumenta sin parar”.

“La postura de la patronal –continúa– es decepcionante. Nos han dejado claro que no van a proponer subidas salariales ligadas al IPC, y que tampoco quieren entrar al tema de la reducción de jornada. Estos dos temas, salarios y jornadas, son vitales para ELA, fundamentales. Los dos últimos años el IPC ha subido más del 12%, mientras que los sueldos siguen congelados. En cuanto a la jornada, el convenio recoge 1.750 horas anuales, una cantidad bastante superior a la de Gipuzkoa o Araba”.

La pandemia como excusa

Janire Ornes destaca que la situación ha empeorado estos últimos años como consecuencia de la pandemia originada por la Covid. “Las empresas del sector pretenden aumentar sus márgenes de beneficio a costa de nuestro sacrificio. Pretenden que paguemos la factura creada por la COVID 19. Desde el estallido de la pandemia los ERTEs se han sucedido en el sector, y con ellos la inestabilidad. Durante muchos meses hemos tenido que trabajar sin calendario laboral, un hecho que han aprovechado las empresas para ganar flexibilidad”.

ELA tiene el 46% de representación en el sector. Un sector que se está activando y luchando en defensa de sus derechos. En este contexto, ELA hace un balance muy positivo de las huelgas y movilizaciones convocadas los días 29 y 30 de junio.

“El seguimiento fue muy amplio, sobre todo en los hoteles –Indautxu, Mercure, Ercilla, Occidental, Palacio de Oriol...–, donde en algunos de ellos se rozó el 100%. Muchos turistas y equipos que participan en Tour como eSoudal Quick Step, Jumbo-Visma o el AG2R Citroën Team tuvieron que buscar soluciones alternativas. Tenemos claro que la movilización es el único camino para que la patronal deje su cerrazón. Esta huelga debe marcar un punto de inflexión para que la Asociación de Hostelería de Bizkaia retome las negociaciones de un convenio que mejore las condiciones laborales y garantice el poder adquisitivo”.

MAL ACUERDO EN LA HOSTELERÍA DE NAVARRA

El 22 de junio UGT y COO firmaron junto a la patronal del sector el nuevo convenio de hostelería de Navarra. Ambos sindicatos rompieron la unidad sindical en vísperas de la huelga del sector para firmar un mal acuerdo que aumenta la precariedad y deja fuera a miles de trabajadores y trabajadoras de restauración colectiva (comedores escolares y de empresas), de empresas de comida rápida y a los riders.

Pablo Sánchez, responsable del la hostelería en Navarra, destaca que el nuevo convenio, que tiene cuatro años de vigencia, no garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo. “Los incrementos salariales no están vinculados al IPC (4% en 2022, 4% en 2023, 3% en 2024 y 3% en 2025). UGT y CCOO renuncian al compromiso de garantizar el IPC en los salarios, así como de otras reivindicaciones que se habían establecido como lineas rojas en el planteamiento de movilizaciones conjuntas: subrogación de las subcontratas, mejora de las jornadas parciales, inclusión de los riders en el ámbito de aplicación del convenio y prioridad aplicativa del convenio de Navarra frente al ámbito estatal”.

Además, Sánchez denuncia que el convenio seguirá sin tener garantías de aplicación frente a las reformas laborales, con la posibilidad de inaplicación unilateral por parte de las empresas, incluso con beneficios, y sin garantías frente a la invasión de los convenios estatales. “De hecho son miles de personas que trabajan en el sector a las que ya no se les aplica el convenio de hostelería de Navarra, sino uno de ámbito estatal con condiciones de trabajo muy por debajo de las que se negocian aquí”.