IPC

Pese a la reducción del IVA de los alimentos, los precios han subido un 16,6% en febrero

14/03/2023
El IPC ha vuelto a subir en febrero y ha alcanzado el 6%. A pesar de la supresión del IVA de los alimentos, los precios están en máximos históricos. Por otra parte, el euríbor ha alcanzado casi el 4%. El proceso de empobrecimiento de la clase trabajadora se está acelerando.

El precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha aumentado en febrero un 16,6% respecto a hace un año. Recordemos que el gobierno de Sánchez eliminó el IVA a algunos alimentos básicos (pan, leche, quesos, regulaciones, fruta, verduras, legumbres, etc.), pasando del 4 al 0%. Según los datos de febrero publicados por el INE, los precios de estos alimentos están por encima de los de diciembre. Esto significa que la reducción del IVA no ha tenido ningún efecto y que los supermercados se han apoderado de ese margen. Como se ha señalado, los precios siguen subiendo, estos son algunos ejemplos de la subida de precios: el azúcar ha subido un 32%, la leche un 33%, el aceite de oliva un 34%, los huevos un 28%, el arroz un 21%, el pan un 13% y la carne de ave un 14%.

Cabe destacar que la inflación subyacente sigue creciendo de forma sostenida y se ha situado ya en el 7,6%, consolidándose así por encima de la tasa interanual del IPC. La inflación subyacente excluye a los elementos más variables, como los alimentos o la energía, cuyo continuo aumento demuestra que las empresas están trasladando el aumento de costes al precio final de los productos y servicios.

A ello hay que sumar los efectos de la subida de los tipos de interés sobre el precio de las hipotecas. El Euribor ha alcanzado ya casi el 4%. En consecuencia, se prevé que la hipoteca variable media se encarezca por encima de los 3.600 euros anuales, mientras que las hipotecas fijas que se firman en la actualidad también se encarecerán. Además, hay que señalar que los intereses que ofrecen los bancos que hay en el Estado por guardar el dinero en el banco son los más bajos de Europa.

Por tanto, es evidente que estamos ante una nueva ofensiva del capital. Las empresas están aprovechando la situación para aumentar sus beneficios, mientras la clase trabajadora se empobrece, sobre todo las familias que dedican la mayor parte de su renta a productos básicos y vivienda. Además, hay que señalar que los salarios siguen sin actualizarse según el IPC, lo que hace que la pérdida de capacidad adquisitiva sea cada vez mayor.